Arquidiócesis da bienvenida a propuestas pacíficas de cambio

Toda acción ciudadana que se pronuncie por la transformación pacífica de la sociedad y las estructuras de gobierno tiene que ser reconocida y cabalmente alentada, debido a los fines que persigue: el bien común, expresó el sacerdote Fernando Ovalle González, canciller de la arquidiócesis de San Luis Potosí.
El sacerdote dijo que estas propuestas son bienvenidas y necesarias en el contexto actual, pues se precisa que se amplifique la búsqueda de la justicia, el fortalecimiento del marco de derecho, para reimpulsar un nuevo tipo de relaciones sociales de donde se desprendan el equilibrio que le hace falta al país para desarrollarse y una visión más humana del desarrollo.
Fernando Ovalle instó a la toma de conciencia de que sí es posible lograr la transformación de las estructuras del poder sin el ejercicio de la violencia, coincidiendo con el llamado de Lebarón a reconocer y vencer el miedo que maniata a la sociedad a los intereses mezquinos de la clase política y de un sistema que ya está claramente corrupto desde la raíz.
Por separado el analista político José Enrique González Ruiz, académico e investigador del Instituto de Ciencias Jurídicas de la UNAM, saludó las propuestas vertidas en San Luis Potosí por el activista chihuahuense Julián Lebarón y por el presidente el Congreso Nacional Ciudadano, Guillermo Lozano en ese mismo sentido, de generar conciencia para la organización social y, a través de esta y por medio de acciones pacíficas respaldadas por la ley y la razón, comenzar con la demolición de las estructuras corruptas y la expulsión de los falsos servidores públicos.
González Ruiz dijo que la propuesta de la demolición del sistema corrupto sin armas y sin violencia reclama de una fuerte conciencia social y de la unidad de todos. De otra manera se seguirá dividiendo a la ciudadanía y, en este sentido, seguiremos estando a merced de esas minorías que se han organizado para hacerse del poder y para sostenerse en el, a toda costa, incluso a costa de la violencia.
Las visiones entre el sacerdote y el analista político parecen confluir; sin embargo, advirtió González Ruiz, para que esto ocurra deberá surgir una nueva clase de ciudadanos más consciente, más solidario a diferencia de la presente que se encuentra profundamente dividida y que ha trastocado en aras del utilitarismo los valores de la relación humana.
Echar del poder a la clase política corrupta entraña necesariamente el uso de la fuerza , así se trate de la presión política y social como sugieren Lebarón y Lozano; es claro que quienes se han hecho del poder buscarán mantenerse a como dé lugar.
Por otra parte estas acciones, dijo el analista político, implican una reconstrucción y en el caso más grave, la construcción de un nuevo y diferente sistema político.