La deuda: Historia que se repite

Hace tres años muchos ciudadanos levantaron la voz para advertir y después denunciar que el monto y las características de la deuda que a nombre de la ciudadanía estaba adquiriendo el ayuntamiento capitalino, era irregular, impagable e injustificable.
Y desde antes de concluir dicha administración, era evidente mal estado financiero en que se dejaría al ayuntamiento, tal vez en el único acto de honestidad que tuvo el tesorero Agustín Soberón Álvarez, sucedió semanas antes de concluir la administración en que al presentarse ante el Cabildo una mañana, en evidente estado etílico y ante la exigencia de algunos regidores para que informara el estado financiero del ayuntamiento, concretamente dijo: “Las finanzas del ayuntamiento están bien gachas” y se retiró de la sesión.
Pocas semanas después empezó a brotar la cloaca financiera de ese periodo administrativo al deberle a pequeños proveedores más de mil millones de pesos; al haber dispuesto de las retenciones del I.S.R. que se hizo a los trabajadores; al haber desviado los recursos del Ramo 33 que es una partida federal destinada a la gente más pobre, de la sociedad; al solicitar préstamos sin autorización del congreso, que de hecho se transformaron en préstamos personales al no estar apegados a la Ley de Deuda Pública.
Al realizar una somera revisión del destino de los recursos, se encontraron una colección de irregularidades en cuanto a compras, facturas, proveedores, etcétera.
Hoy a 22 meses de administración de Mario García, es decir, más de la mitad, surgen una vez más, como historia que se repite, advertencias y protestas por la deuda de la actual administración, sin dejar de lado la deuda que dejó Victoria Labastida y que tal vez legal, pero inmoralmente la actual administración negoció con los bancos para que se pague durante los próximos quince años.
Dicho de otra manera: irresponsablemente, inmoralmente, le aventó la deuda de Victoria para que las paguen durante las próximas cinco administraciones municipales, desde luego, con su respectiva carga de interés bancario.
Y esto que se ha convertido en una francachela entre los que manejan el dinero del ayuntamiento, en la actual administración ya se han pedido 700 millones de pesos de préstamo rebasando lo que la ley le permite al ayuntamiento endeudarse. Estos datos constan en el Registro Estatal de Deuda Pública del Ayuntamiento de la Capital.
Un préstamo fue solicitado el 21 de enero de este año y modificado en el mes de marzo por un monto de 273 millones de pesos supuestamente para cumplir sin especificar cuáles, con las obligaciones financieras que tiene y que seguramente se refiere a los intereses de la deuda que dejó Victoria Labastida.
Aparecen dos préstamos solicitados el 29 de mayo de este año y tanto desde el Congreso del Estado como del propio Cabildo, están advirtiéndole al presidente municipal que ya han rebasado el monto que ese ayuntamiento podía solicitar de préstamo y que al igual que Victoria sin la aprobación del congreso, están abriendo líneas de crédito, por lo que desde ahora se advierte a los bancos que lo conceden, que no se den por sorprendidos, ya que al no aprobar el Congreso del Estado los préstamos solicitados por los cabildos, automáticamente se convierten en préstamos personales de quienes los solicitan sin compromiso legal de pago para el ayuntamiento.
Por lo que el actual ayuntamiento ya está en el terreno del juicio de responsabilidad.