José Quiñonez, el «Emiliano Zapata de las MMA» en TUF

José Quiñonez subirá al octágono de The Ultimate Fighter Latinoamérica (TUF Latam) con un bigote curvo que «emula el de Emiliano Zapata» y «la sangre guerrera» en sus venas zacatecanas, en busca de un lugar en UFC.
«Es un homenaje al ídolo mexicano Emiliano Zapata, un gran revolucionario. (Me parezo a él) en la sangre guerrera que tenía y su estilo del bigote. Aparte, siempre me ha gustado traer la barba y el bigote, es como un ritual que tengo y cuando termino una pelea me rasuro todo».
De pequeño siempre fue futbolero y alguna vez se probó para las fuerzas inferiores de Tecos, pero lo único que le queda de esa etapa es su apodo. Su atención giró hacia el box y a los ídolos del pugilismo mexicano, entre ellos Juan Manuel Márquez, aunque ahora sólo tiene ojos para el «Gran Campeón» de los Pesados en UFC: Caín Velásquez.
«Soy el Teco, viene desde chico, cuando jugaba futbol, hice unas pruebas para los Tecos en aquellos tiempos y se me quedó el apodo, me ha seguido durante estos años y ya es como parte de mí y no lo cambio, me gusta».
El oriundo del municipio de Tlaltenango cambió la opción de estudiar por la de entrenar y trabajar a la par, en puestos de mesero o ayudante de cocina. Pese a haber dejado la escuela en el tercer semestre de preparatoria, no se considera «burro», sino más bien «faltista». Mas la disciplina que no encontró en la escuela, sí la halló en las MMA.
Además de pelear a nivel profesional, el «Teco» imparte clínicas a jóvenes de su edad, pero también a señoras y niños en la academia MMA Delincuentes, que fundó junto a su hermano menor.
«Ese nombre viene porque cuando empezamos a entrenar, la mayoría de mis alumnos hasta mi hermano y yo estamos tatuados, entonces la gente dice ‘ahí entrenan puros delincuentes, son puros peleadores callejeros’».
Su objetivo en TUF, aparte de aprender la lucha «del Caín», será darle una alegría a su hermano de 18 años, quien es su compañero de entrenamiento y colega de anécdotas sobre el octágono.
«Él es mi sparring y mi amigo. Una vez le quebré la nariz y no nos habíamos dado cuenta, hasta que se le vino la sangre y le dije ‘aguanta, a ver, tienes la nariz quebrada carnal’».
Quiñonez entrenó los primeros cinco meses del año en el afamado gimnasio de Greg Jackson en Albuquerque, Nuevo México, y ahora aseguró que está listo para descargar su aprendizaje en el octágono de TUF, donde competirá en peso Gallo. «Conforme se acerca la pelea empieza la adrenalina y la emoción, luego lo perrón es subirse a la jaula cuando ya traes todo el cuerpo con adrenalina al tope y estás dispuesto a todo, se siente chido».