Con la «ayuda» del Puebla, La Máquina logró sacudirse sus problemas al obtener su primera victoria del torneo, además de ser el bálsamo para reivindicarse con su afición, que no la veía ganar desde abril pasado.
Sin proponérselo, Michael Orozco dio una mano a la causa cementera al marcar un autogol a los 31 minutos, con el que La Máquina derrotó a La Franja por 1-0.
La pesadilla para el zaguero mexicamericano continuó en el segundo tiempo cuando se fue expulsado por un codazo sobre Mariano Pavone a los 56 minutos. Incluso al salir del campo discutió con el entrenador Rubén Omar Romano, quien le reprochó dejar en inferioridad numérica al equipo poblano.
Y es que de nuevo los jugadores cementeros tuvieron opciones de gol con disparos de Marco Fabián y Xavier Báez pero fue la contundencia del rival en propia puerta la que cambió el panorama.
No fue la única agresión en el juego. Todavía en el primer tiempo Hernán Bernardello y Wilberto Cosme discutieron y se dieron un par de manotazos en la cara sin que el árbitro Miguel Ángel Chacón lo señalara.
En el resto del duelo, La Máquina celeste se apropió del esférico ante La Franja inoperante, que no hilaba más de dos pases continuos. Los cementeros todavía lograron generar opciones de peligro, como un centro de Christian Giménez que Pavone no alcanzó a conectar.
El delantero argentino sigue con la pólvora mojada pues al 89′ pudo patear el balón a gol pero su disparo terminó en las manos del arquero.
Hasta Joao Rojas perdonó ante la portería cuando el inagotable Marco Fabián le puso un centro en el aire que el ecuatoriano remató desviado al 81’.
La Máquina celeste ya pitó en el Estadio Azul y ahora buscará de visitante volver a sumar tres puntos, mientras que el panorama poblano se acerca al infierno del descenso.
