Eficiencia y austeridad exigen a organismos de agua

La Diputada, Socorro Herrera Orta señaló que se encuentra en análisis la iniciativa de ley que presentó con el objetivo de que todos los organismos públicos descentralizados de la administración pública estatal y municipal, que otorguen el servicio de agua potable, alcantarillado y saneamiento, se rijan bajo el principio de máxima eficiencia y austeridad.

La legisladora busca adicionar un quinto párrafo al artículo 167 de la Ley de Aguas del Estado de San Luis Potosí, con lo que se establecería que los organismos públicos no podrían utilizar más del 25 por ciento de su presupuesto al pago de nómina, ya que actualmente muchos destinan más del 50 por ciento.

Agregó que al descentralizar un servicio público, y administrarlo a través de un organismo de esta naturaleza; el Estado sigue siendo el rector de tal organismo, por ello el objetivo es dar a la población un servicio en las condiciones de mayor eficiencia, austeridad y  servicio social, esto para que haya mayor presupuesto para obras.

La legisladora manifestó que su iniciativa busca que todos los organismos públicos descentralizados de la Administración Pública Estatal y Municipal, que otorguen el servicio de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento, se rijan bajo el principio de máxima eficiencia y austeridad utilizando sólo el 25 por ciento para nómina y el resto para obras.

Indicó que de limitarse el porcentaje que se destina a la nómina, los organismos operadores del agua podrán concentrar mayores recursos para lo elemental como es la reparación de fugas y mejorar la infraestructura hidráulica.

Los partidos políticos –dijo de entrada el activista civil chihuahuense—, Julián Lebarón, se encuentran insertos en una permanente conspiración contra México y los mexicanos, alimentándose con el miedo de estos y de las carnes magras de un cadáver que se pudre: el sistema político mexicano.

Lebarón dijo que el drama de los mexicanos, generado por el miedo, la amenaza y la violencia, oscila entre la represión de los falsos servidores públicos y la delincuencia organizada; este –dijo—, es el principio diabólico de la dominación de los más por unos pocos que se han dejado vencer por la desorganización, la apatía y el miedo.

Nos han dicho mil veces que vivimos una democracia pero ¿Cuál democracia? Vivimos una dictadura y, tenemos que reconocerlo, una dictadura fortalecida por el miedo; debemos tomar conciencia de esto para superar el miedo, para actuar y devolver al país al estado de derecho, sostuvo el activista chihuahuense; de otra manera, dijo, no podremos activar el poder de la verdad y de la justicia en