¿Por qué tienes miedo a la muerte?

La muerte es un proceso terminal que consiste en la extinción del estado homeostático, o el equilibrio interno del cuerpo, para mantener la salud. Dicho en otras palabras, la condición interna estable se mantiene estable en el tiempo, pero concluye con el fin de la vida. Otra manera de definir a la muerte es como el resultado de la incapacidad orgánica para sostener la homeostasis.
La muerte es una realidad angustiante, ya que la gente es consciente de que existe y de que llegará pero, la mayoría de las veces, se vive con la incertidumbre de cuándo será el día en que realmente pase. Es precisamente por esa razón que a lo largo de la vida, la muerte es percibida con una sensación muy angustiante.
Otro factor de miedo es que no se sabe qué es lo que sigue después de la muerte; además del temor que causa pensar en dejar a todos nuestros seres queridos, de nunca volverlos a ver.
Generalmente la angustia ante la muerte tiene diferentes variantes, una de ellas se da porque en la época en la que nos encontramos y en nuestra cultura, la muerte significa un suceso del cual se habla poco, seguramente debido a que nadie quiere llegar a ese momento, ya que no se sabe si hay una vida después de esta, o simplemente te mueres y todo se termina.
Esta incertidumbre ha motivado a la humanidad a estudiar a la muerte a lo largo de la historia; médicamente se investiga cuál es el umbral que provoca la muerte y de igual forma, se ha tratado de obtener una respuesta acerca de lo que pasa cuando uno se muere. Ante la duda se habla de que hay otra vida después de esta, de que hay una reencarnación en otra persona o, popularmente, se dice que la gente que se muere está en el cielo y desde ahí nos observa.
Sin embargo, este suceso se da en todas las culturas y en cualquier época. La muerte ha sido un proceso angustiante por todos los cambios que conlleva, por todo lo que se deja cuando llega a ella, principalmente el dejar a todos nuestros seres queridos. Aunque en diferentes épocas y culturas la muerte tiene significados diferentes.
La muerte, además, tiene un peso cultural importante ya que en algunas culturas se vive como un proceso sagrado que se ofrece a los dioses. En otras, las personas se preparan para esperar a la muerte y se vive como un proceso natural de vida, mientras que en otras más todavía sigue siendo un tema tabú.
Decía la Madre Teresa: “La gran mayoría de la gente se muere sin haber vivido nunca”.
Confundimos vivir, con sobrevivir. Muchos nacen, pocos viven. Creemos que cumplir funciones biológicas y ganarse la vida, significa tener una vida.
Debemos tener conciencia que este cuerpo que tanto nos desvela y desespera, ya lo hemos perdido, desde el mismo momento en que nacemos, estamos empezando a morir. Cada respiración que es fuente de vida, nos acerca simultáneamente a la partida, al gual que es muy importante proteger a nuestros seres queridos y a nosotros mismos con seguros de diferente naturaleza, es importante preveer que tarde o temprano nos podemos ver con la penosa necesidad de solucionar un acontecimiento no deseado.
Nacer y morir son dos temas que implican consumo. Por eso, un aspecto fundamental en ambos casos es la previsión: es mejor revisar y comparar precios con calma y no cuando nuestras emociones nos impiden ver las cosas con claridad , el momento de la partida de un ser querido toma casi siempre por sorpresa a las familia. Sin embargo, esto se puede solucionar o al menos prever.
Hay planes a futuro y productos inmediatos, por lo que los costos varían.
Ciertamente el peso que se le da culturalmente a la muerte es lo que define en el mayor de los casos la manera en que cada persona la percibe, pero no se descarta que este proceso deje de ser angustiante por más preparación que se haga, sin embargo la manera en que se vive esta etapa depende del contexto y de la influencia cultural con la que cuente la persona, incluso en la época