Aumenta a 27 cifra de víctimas de explosión en Taiwán

El número de víctimas en las explosiones de gas del jueves y viernes en la ciudad taiwanesa de Kaohsiung -en el sur- aumentó a 27 muertos y 284 heridos, con un número indeterminado de desaparecidos, informó la Agencia Nacional de Bomberos.

Entre los desaparecidos, que se teme estén bajo los escombros de las calles y edificios derruidos por las explosiones, hay dos bomberos.

Un área de entre dos y tres kilómetros cuadrados en el distrito de Cianjhen en Kaohsiung está en ruinas, con las calles llenas de enormes zanjas abiertas por las explosiones y los edificios contiguos dañados, vehículos volcados o en lugares tan inverosímiles como los tejados.

En declaraciones a la prensa, el ministro de Economía, Chang Chia-juch, y un funcionario de la ciudad de Kaohsiung dijeron ayer que había indicios de que las explosiones habían sido causadas por etileno, propileno o butano, productos petroquímicos altamente inflamables.

Varias plantas petroquímicas están ubicadas en Kaohsiung y tienen tuberías para transportar productos muy inflamables, pero aún no hay pruebas concretas para responsabilizar a alguna de ellas de las explosiones, dijeron los funcionarios.

Las operaciones de rescate y salvamento continúan con ayuda de más de mil 600 soldados y equipos de rescate venidos de otros lugares de Taiwán que buscan señales de vida entre los escombros.

El presidente taiwanés, Ma Ying-jeou, pidió «esfuerzos de rescate a todo gas», para salvar al máximo de personas que aún estén bajo los escombros.

El suceso, que ocurrió en la noche del jueves al viernes y que es el de mayor gravedad de su tipo sufrido por la isla en una década, ha dejado 12 mil personas desplazadas, según datos gubernamentales.

Los residentes dijeron haber visto espuma blanca saliendo de bocas del alcantarillado y un fuerte olor a gas la noche del jueves, cerca de una obra del tren ligero de la ciudad.

La policía y los bomberos acudieron al lugar, acordonaron la zona y echaron agua con las mangueras para controlar la situación, pero no pudieron impedir una serie de explosiones al filo de la medianoche, lo que causó terror entre los residentes, muertos, heridos y devastación.

Los equipos de rescate encontraron a dos personas heridas, pero vivas, que habían sido arrojados a la terraza de un edificio de cuatro pisos, mientras que un coche fue encontrado en el tercer piso de un edificio, lo que muestra el poder de las explosiones.

Más de 500 militares trabajaron toda la noche para encontrar supervivientes bajo los escombros, mientras que en Taipei el gobierno isleño decidió interrumpir numerosas actividades para centrarse en dirigir las operaciones de rescate y salvamento.

Entre éstas, fueron suspendidos dos importantes festivales este fin de semana y la campaña para las elecciones locales de noviembre.

El grave accidente de esta semana se produce tan sólo una semana después del siniestro aéreo de TransAsia Airways en las cercanas islas Pescadores, en el que murieron 48 personas.