PRI en Oaxaca, foco de «ira» de la Sección 22

Por considerar que el PRI es el principal promotor de la reforma educativa, maestros de Oaxaca causaron destrozos en la sede de ese partido y oficinas de gestión de legisladores federales.

Ayer, integrantes de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) del istmo relevaron a sus compañeros de la costa en el plantón del Zócalo, que iniciaron el 21 de julio.

La región del Istmo, encabezada por el secretario de Organización, Francisco Villalobos, irrumpió en las oficinas del PRI en Santa Rosa, donde rompió cristales y abrió por la fuerza el portón, utilizando una camioneta para tumbarlo.

Villalobos Ricárdez comentó que “haber tumbado un portón no se puede comparar con la serie de agresiones que el PRI ha hecho al pueblo de Oaxaca y de México”.

Dijo que la Sección 22, también perteneciente a la Coordinadora Nacional de Trabajadores del Estado (CNTE), asumirá la responsabilidad que toque por sus actos; sin embargo, defendió que en la protesta “no hubo saqueos ni otras situaciones fuera de la realidad”.

Además de realizar desmanes en el PRI, también causaron destrozos a una oficina de gestión alterna y acudieron a las oficinas del senador Eviel Pérez Magaña, donde rompieron ventanales, quemaron mobiliario y papelería.

Ambas oficinas están ubicadas a unas calles de las instalaciones alternas de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), cuyos elementos no intervinieron.

Durante los 10 días de protesta en contra de la reforma educativa, elementos de la SSP sólo han observado las afectaciones, que han ido de menos a más.

En su haber, se cuenta el plantón, bloqueos al aeropuerto y algunos de los principales cruceros, además de respaldar a un grupo de ambulantes que también mantiene ocupado la plancha del Zócalo y la Alameda de León.

Las movilizaciones

Los más de 74 mil trabajadores de la educación en Oaxaca afiliados a la Sección 22 se declararon en alerta máxima para impedir que el Congreso del estado armonizara la reforma educativa —como parte de las modificaciones constitucionales aprobadas en el Poder Legislativo federal— y paralelo a su protesta, firmó un acuerdo con el gobernador Gabino Cué para que ninguna ley en materia educativa fuera avalada sin el consenso sindical.

Después de los foros que organizó la Sección 22 con el gobierno de Oaxaca, el magisterio inició una nueva jornada de movilización para impedir que los legisladores oaxaqueños realizaran los llamados “Diálogos por la educación”.

Un segundo acuerdo —bajo amenaza de boicot a la Guelaguetza— dispuso como fecha límite el 5 de agosto para que el Ejecutivo conozca el anteproyecto de ley, que la Sección 22 demanda sea producto del Plan para la Transformación de la Educación en Oaxaca.

En este acuerdo, los legisladores convinieron reintegrarse a la Comisión Redactora, pero ayer el PRI condenó la actitud del magisterio y exigió al gobierno de Oaxaca frenar las acciones que sitúan al estado en un grado de ingobernabilidad.

En un comunicado, la Procuraduría General de Justicia de Oaxaca informó que se inició un protocolo de investigación en contra de quién o quiénes resulten responsables por los daños causados en las oficinas del PRI.

A su vez, el gobierno que encabeza Gabino Cué externó “su más enérgica condena a los hechos de violencia y transgresión del Estado de derecho por un grupo de trabajadores de la educación y alumnos de las normales del estado”.