Dick Smith, el Padrino del Maquillaje que fascinó y aterrorizó a cinéfilos con sus inolvidables transformaciones de Marlon Brando en El Padrino y Linda Blair en El exorcista, entre otros, falleció. Tenía 92 años.
Smith, el primer artista de maquillaje honrado con un Premio de la Academia a la trayectoria, murió el miércoles por la noche en California de causas naturales. Sue Cabral-Ebert, del Sindicato de Maquilladores y Estilistas, confirmó su deceso. No proporcionó detalles.
Considerado ampliamente como el maestro en su campo, Smith ayudó a innovar con materiales hoy comunes como la espuma de látex líquido y a lograr efectos especiales más realistas y espectaculares. También fue conocido y querido por su generosidad, ya sea intercambiando cartas sobre su arte con un adolescente J.J. Abrams o enseñando al futuro artista de efectos especiales laureado con el Oscar Rick Baker, que en el 2011 le entregó a Smith su estatuilla honoraria.
Llevó el maquillaje completamente a otro nivel; es increíble lo que este hombre ha hecho», dijo Baker, cuyos créditos incluyen Men in Black («Hombres de negro») y el video Thriller de Michael Jackson, en la ceremonia. «Su trabajo inspiró a toda una generación de artistas emergentes».
Con la ayuda de Smith, un Brando de mediana edad se transformó en el patriarca con papada Vito Corleone, la adolescente Blair en un demonio con cicatrices y mirada salvaje, y William Hurt en una masa de protoplasma en Estados alterados.
Smith y Paul LeBlanc compartieron un Oscar en 1985 por su trabajo para Amadeus, en la que Smith pasó horas cada día convirtiendo al actor F. Murray Abraham, entonces de 44 años, en el anciano y rival de Mozart Antonio Salieri.
Vick Smith es el mejor maquillador del mundo», dijo después Abraham, él mismo ganador de un Oscar por «Amadeus». «Una vez que me veía en el espero, que veía mi rostro, sentía que era completamente convincente».
Smith también creó un mohicano con una gorro plástico y pelo picado para Robert De Niro en Taxi Driver y pechos de goma espuma para Katherine Ross en The Stepford Wives («Atrapadas: Las mujeres perfectas»). Con espuma de látex y un nuevo tipo de pestañas postizas flexibles logró capturar la vejez extrema en Little Big Man («Pequeño gran hombre»), en la que un treintañero Dustin Hoffman encarnó a un hombre centenario que dice haber sobrevivido la Batalla de Little Big Horn.
Antes de alcanzar el éxito en Hollywood, fue uno de los primeros grandes maquilladores de la televisión. Smith encabezó la división de maquillaje de la NBC de 1945 a 1959, usando alambre soldado para crear una máscara de pantera para una entonces desconocida Eva Marie Saint y látex helado para mejorar la nariz de José Ferrer en Cyrano de Bergerac.
En la década de 1960, su experiencia transformando a Jonathan Frid en un vampiro centenario para la serie Dark Shadows («Sombras tenebrosas») ayudó a prepararlo para Little Big Man. Sus otros proyectos notables relacionados con la edad incluyen Walter Matthau para «The Sunshine Boys («La pareja chiflada») y Hal Holbrook para el especial de TV de 1967 Mark Twain Tonight!, por el que ganó un premio Emmy. Holbrook y Matthau estuvieron entre los artistas que participaron en un documental televisivo de 1991 sobre Smith.
Nativo de Larchmont, Nueva York, Smith se describía como un hombre introvertido con poco interés por los efectos especiales hasta que se topó con un manual instructivo mientras estudiaba en la Universidad de Yale. Se obsesionó tanto que se transformó a sí mismo en el jorobado de Notre Dame, asustando a sus compañeros de clase. Luego fue a una función de «Frankenstein» disfrazado de ese personaje.
Tras graduarse y servir en el ejército, siguió el consejo de su padre y probó suerte en la televisión. Una de sus primeras asignaciones fue maquillar a líderes del Partido Demócrata en la convención nacional de 1948.
De todos los elogios que recibió, le gustaba citar uno de Laurence Olivier, con quien trabajó en una producción de TV de The Moon and Sixpence, en 1959.
El personaje de Olivier se basaba en el pintor Paul Gauguin, que murió de lepra. Smith nunca olvidó la reacción de Olivier cuando terminó de maquillar al actor: «‘Dick, esto (el maquillaje) hace la actuación por mí»’, le dijo.