Muestran en el Templo Mayor acervo del Museo Regional tapatío

El pasado martes 8 de julio se inauguró en el Museo del Templo Mayor, en la Ciudad de México, la exposición «Semillas de vida: sexualidad en occidente», una muestra que tuvo su origen en un primer proyecto de exhibición en el Museo Regional de Guadalajara, en 2013, bajo la curaduría de Daniel Ruiz Cancino que, tras el interés por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Coordinación Nacional de Museos a nivel federal, amplió sus contenidos y sumó a sus materiales piezas de museos de Colima, Michoacán y el Distrito Federal, aunque la base la constituye el acervo jalisciense y por otra parte, se prevé que sea itinerante y «regrese» en su nuevo formato al Museo Regional.
Así, esta muestra deriva de una pequeña exhibición temática que durante los meses de febrero y abril de 2013 se montó en el museo dentro de la sección ‘La Vitrina’; la exposición viajó a Vallarta en octubre de ese año, al Museo del Cuale, después de lo cual la Coordinación Nacional de Museos manifestó su interés «por ampliarla y que se exhibiera a nivel nacional», explica el curador e investigador del Centro INAH Jalisco, después de todo, el 60 por ciento de las casi 190 piezas totales de la muestra corresponden al acervo del museo jalisciense.
Representación del cuerpo
Establece Ruiz Cancino que la primera exhibición fue un «punto de partida» basado en una investigación que explora «la concepción de la sexualidad en los pueblos del occidente» durante la época prehispánica, esto, «a partir de la visión dual» de estas culturas que se expresaba en «opuestos complementarios» -hombre-mujer, cielo e inframundo, como pilares de una concepción vital, de hecho el título de la primera muestra fue «Cuerpo, cosmos y sexualidad en el occidente prehispánico»- y las numerosas «representaciones del cuerpo (en especial, de los órganos sexuales)» en piezas de cerámica.
Detalla el investigador que el interés que la muestra despierta se da porque «se aborda poco la sexualidad en la época prehispánica; en general, se basaba hasta hace poco en documentos coloniales escritos por los frailes, es decir, la visión de los españoles.
A eso se suma que el occidente es poco valorado por los investigadores; en el pasado se le marginó porque se le veía como una zona de cultura básica, lejos de la monumentalidad de los vestigios de otras culturas».
Dar a conocer
culturas de
occidente
Ruiz Cancino señala que es importante que la Coordinación Nacional de Museos y el INAH «volteen a ver las culturas de occidente, porque tienen mucho que aportar y no son muy tomadas en cuenta, por eso es importante darlas a conocer»; asimismo, dijo que se prepara la edición de un catálogo para la muestra en el que «se incluirán artículos sobre la investigación» y que, se espera, esté listo para la segunda exhibición, que aún carece de sede.
La última ocasión en que una exposición con estas características salió de la entidad fue en 1998, una muestra de carácter internacional sobre el occidente mexicano que recorrió tres sedes en Europa y que incluyó entre sus curadores al experimentado Otto Schöndube.
La exposición «Semillas de vida: sexualidad en occidente», que permanecerá hasta el próximo 28 de septiembre en la Ciudad de México, se prevé viaje a dos sedes más -aún no determinadas- antes de retornar al Museo Regional de Guadalajara en su actual versión, como magna muestra.