El líder norcoreano, Kim Jong-un, dirigió personalmente el último lanzamiento de un misil balístico en el Mar de Japón, que apuntaba hacia una localización donde se encontraban tropas de Estados Unidos, anunció hoy la agencia estatal norcoreana KCNA.
El proyectil de corto alcance fue disparado a las 21:40 hora local del sábado (12:40 GMT) desde el cabo Jangsan, en la costa oeste de Corea del Norte a unos 100 kilómetros de la frontera que separa a las dos Coreas, según datos del Ministerio de Defensa surcoreano
El líder norcoreano «examinó el plan de lanzamiento trazado en consideración de la localización presente de las fuerzas imperialistas agresoras de EU en Corea del Sur«, señaló en un comunicado la KCNA.
La prueba se efectuó «dentro de un simulacro de batalla para atacar y destruir al enemigo», añadió la nota de la agencia estatal norcoreana, que también distribuyó fotos en las que puede verse un supuesto cohete elevándose en el horizonte mientras Kim Jong-un lo contempla desde la lejanía.
La agencia norcoreana destacó que el lanzamiento se produjo un día antes del 61 aniversario del armisticio que puso fin a la Guerra de Corea.
El alcance estimado del misil, de tipo Scud, era de unos 500 kilómetros, y se trata del décimo-quinto ensayo norcoreano de proyectiles en lo que va de año y el sexto de uno de tipo balístico.
El primer ministro nipón, Shinzo Abe, condenó por su parte el lanzamiento y afirmó que tomará medidas «en coordinación» con EU y Corea del Sur «para garantizar la seguridad de los vuelos y del transporte marítimo en la región», ante los repetidos ensayos de misiles y cohetes de Pyongyang.
«Tenemos que hacerles saber que el desarrollo de un programa nuclear y de misiles no pueden llevarse a cabo junto a la recuperación económica», dijo Abe en declaraciones a los medios durante su visita oficial a México, el primer paso de su gira latinoamericana que arrancó el pasado 25.
Entre finales de junio y el pasado día 14, Pyongyang realizó diversas pruebas de misiles y cohetes tras más de dos meses de relativa calma, después de que en marzo y abril se intensificaran los intercambios de amenazas entre Pyongyang y los dos aliados cuando éstos realizaban ejercicios militares en la península coreana.
Los repetidos ensayos de misiles fueron condenados por la comunidad internacional, y Naciones Unidas llegó a calificarlos de «violaciones de las resoluciones del Consejo de Seguridad» y urgió a Pyongyang a detener estas prácticas.
Norte y Sur siguen técnicamente en guerra desde la Guerra de Corea (1950-53) , que terminó con un armisticio nunca reemplazado hasta hoy por un tratado de paz definitivo.
EEUU mantiene a día de hoy 28 mil 500 tropas en el Sur para defender a su socio asiático como herencia del conflicto.