Al menos quince civiles murieron y cerca de sesenta resultaron heridos por fuego de morteros ucranianos en la ciudad de Lugansk, en el este de Ucrania, informó el mando de las milicias separatistas prorrusas que actúan en la región.
«Ayer, hacia las seis de la tarde (15:00 GMT), la estación de autobuses (de Lugansk) fue atacada con fuego de morteros por los militares ucranianos», dijo a la agencia Interfax un portavoz del mando militar de los rebeldes.
Agregó que en el bombardeo «murieron quince habitantes pacíficos y cerca de sesenta resultaron heridos».
«El enemigo empleó morteros de 82 milímetros, precisó el portavoz de la milicia, que agregó que posiblemente el objetivo de la artillería ucraniana eran las posiciones del batallón «Vostok» (Este).
Lugansk, con cerca de 400 mil habitantes antes del estallido del conflicto armado, es la segunda ciudad más importante, después de Donetsk, que se encuentra bajo el control por la milicias prorrusas.
Ucrania ha declarado que continuará su ofensiva contra los separatistas prorrusos a pesar de crisis provocada por la dimisión del primer ministro,Arseni Yatseniuk, y de las dificultades para financiar la campaña militar.
«Los militares ucranianos no van a parar por lo sucedido en el gobierno y en la Rada Suprema (Parlamento), y la operación para liquidar a los terroristas en el este de Ucrania va a continuar», aseguró ayer el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Andréi Lisenko.