Han pasado más de 11 años, más de 20 juegos, una Semifinal y hasta una Final, pero en la memoria del ex jugador de los Pumas, Mariano Trujillo sigue vivo el recuerdo de una de las mayores goleadas que han recibido las Chivas.
Fue un 7-1 a favor del conjunto universitario en el Estadio Olímpico, que con tres goles del ex mediocampista y hoy analista de futbol, dejó marcado al equipo tapatío y a su afición, además de sentar las bases para la rivalidad que dos años más tarde se terminó de condimentar cuando los felinos le ganaron el título al Rebaño Sagrado en el Clausura 2004.
“Te quedas marcado la verdad. Por la polémica que se generó y después la forma en que Pumas superó a Chivas, porque lo superó de arriba abajo, y ahí se comienza a generar esa rivalidad, porque además de que han sido buenos juegos ya que te hagan siete goles sí duele, y a partir de ese juego ya vinieron los desplegados y se comenzaron a hacer más ríspidos los partidos”.
En entrevista telefónica con Medio Tiempo, el canterano auriazul reconoció que el partido del sábado 19 de octubre de 2002 es uno de los que más rememora, no sólo por su «Hat-Trick» sino por el juego en conjunto que mostraron en el cual además, les salió a la perfección todo lo que intentaron.
“Es algo que quedó en mi cabeza por lo que significa ganarle a Chivas y meterle siete a Chivas no era nada fácil. “Ese partido para mí fue de esos donde todo me salía. Además de los tres goles hubo una que estrellé en el poste, hubo otra que fue autogol y que me la quitaron del pie para marcar el cuarto gol. Metí tres pero pude haber metido dos goles más”.
Trujillo, quien jugó el cuadro del Pedregal de 1996 al 2000 y del 2001 al 2003, recordó la polémica que se generó previo al partido por las declaraciones de su entonces Director Técnico, Hugo Sánchez, quien comparó a su equipo con el Real Madrid.