El caso de la aparición de muñecas de porcelana en hogares de la comunidad de San Clemente, Orange, fue resuelto. Una mujer, cuyo nombre no fue revelado, declaró a la policía del condado que ella colocaba las muñecas, pero que su intención no era mala.
De acuerdo con Jeff Hallock, sheriff de Orange, una mujer de la misma localidad se acercó a los investigadores del caso para revelar que «estaba avergonzada» por dejar las muñecas en puertas de sus vecinos e infundir temor.
«Ella sólo pensaba que estaba siendo amable», explicó Hallock, según informa el diario Los Angeles Times.
De acuerdo con el diario angelino, esta mujer decidió tirar las muñecas viejas de sus hijas que ya habían dejado de jugar con ellas, pero al percatarse del parecido que los juguetes tenían con algunas niñas del vecindario decidió regalarlas dejándolas puertas de ocho casas el barrio.
«Cuando ella estaba decidiendo tirar a las muñecas, tomó una decisión y pensó que ciertas muñecas se parecían a ciertas chicas de la zona», dijo Hallock.
Los investigadores pronto descubrieron un hilo común entre los propietarios de las viviendas que recibieron las muñecas y la mujer: ellos asistían a la misma iglesia.
Las muñecas fueron dejadas en la última semana sin ningún mensaje escrito, por lo que la situación y parecido que algunas de éstas tenían con niñas del lugar puso nerviosos a los residentes que reportaron el caso a la policía.