La bipolaridad, con consecuencias en perjuicio del individuo: Zárate L.

El trastorno bipolar es un concepto que ha surgido recientemente en el leguaje de la psicología, donde la persona se ve rebasada para encontrar un equilibrio en sus emociones y enfrentar su medio ambiente, dijo Agustín Zárate Loyola, director de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
En entrevista señaló que para quienes trabajan en el estudio del comportamiento humano, uno de los puntos de interés son los trastornos de conducta de la persona que tiene un desarrollo normal, como todas aquellas personas que ahora están consideradas como sujetos con necesidades educativas especiales, “lo que nos interesa es la explicación del porqué de sus comportamientos”.
Explicó que el concepto de bipolaridad son los estados de ánimo que van de un nivel a otro de manera repentina, drástica e inmediata: “estamos diciendo un cambio total en el comportamiento. Como seres humanos, diariamente enfrentamos a una serie de situaciones que pueden ir de aquellas que son totalmente desagradables a aquellas en las que participamos de manera gustosa, las que nos proporcionan gratificación y las que no; dentro de todo esto, a lo largo del día tenemos diferentes niveles de ánimo en nuestro comportamiento emocional, que tienen que ver también con los factores motiva-cionales”.
El director de la Facultad de Psicología de la UASLP dijo que se habla de bipolaridad cuando un sujeto pasa de un estado de comportamiento al extremo: “puede pasar de una total euforia -que puede llevarlo a tener comportamientos que tengan consecuencias no muy buenas para la sociedad o para él mismo-, a comportamientos en la parte contraria, es decir un estado total de depresión. Una persona puede sentirse en algunos momentos triste o alegre, pero cuando hablamos de extremos, los niveles de euforia y de depresión tienen consecuencias perjudiciales”.
Una persona con esas determinantes de bipolaridad se ve rebasada para encontrar un equilibrio y confrontar su medio ambiente; es cuando no hay un control total en las emociones y necesitan acudir a un especialista. Cuando una persona está en niveles de euforia puede convertirse en violento, agredir a las personas que lo rodean y tomar acciones que traerán otras consecuencias no muy buenas.
“Cuando esa persona pasa a un estado de depresión, podemos decir que son personas a quienes se les oscurece su panorama, tienen pensamientos incluso suicidas, y dependiendo de esos niveles también pueden tener experiencias muy dramáticas y lamentables”.
Finalmente, Zárate Loyola señaló que cuando empiezan a sentirse estos cambios drásticos de emociones, que pueden ser incontrolables, es una llamada de atención a un problema: “la bipolaridad comienza a aparecer incluso en poblaciones muy jóvenes, debido también a las situaciones medioambientales a las cuales estamos expuestos: problemas económicos, inseguridad y violencia, lo que repercute en todas las esferas de la sociedad, primordialmente en la dinámica de la familia”.