Al «Tuca» le molesta conformismo en juveniles

El técnico de Tigres, Ricardo Ferretti dijo estar en contra del vicio de muchos nuevos elementos, que aspiran a llegar al futbol sólo para mejorar su imagen y no para destacar en la carrera.
Sin decir nombres, el entrenador de Tigres dijo ver con tristeza cómo muchos canteranos exhiben poca mentalidad tras acudir a las prácticas, al dedicar más tiempo a su peinado que a pulir detalles técnicos.
«Yo me doy cuenta, no de ahorita, sino de hace años, llega un jugador y todos los días está entrenando duro, y duro, y tú lo ves, se baña, se peina, y ahí nos vemos. De repente en un entrenamiento donde debo mejorar algo específico, y ya no está. Te metes al vestidor, y está en el espejo 15 minutos acomodándose el pelo, no sé cómo hacen para ponerlo paradito, y un pelito para acá, y digo, Dios mío, qué es lo que quiere demostrar, que su atención está en otra cosa», señaló el estratega.
«Antes mi atención era tengo que ser, tengo que buscar un lugar en la banca, y luego titular, y dale. Ahora lo tengo déjame peinarme. Y no es uno ni dos ni tres, son un chingo y dos montones, y en todos los equipos pasa. Me voy a poner un arete, imagínate».
Ferretti consideró que muchos de los distractores que impulsan ese conformismo en los jóvenes provienen de malas compañías, incluyendo promotores que se mueven por otros intereses.
«Mientras es adentro del grupo (la atención), es con tu entrenador, tu auxiliar, tu colega, tu trabajo, no pasa nada, pero mierda, entra un promotor, un asesor no sé de dónde, ‘es que tú ya tienes que ganar las perlas de la virgen’ ya fregó toda la cosa. Ya se acabó».
‘ES BUENO HABLAR DEL TUCA’
El «Tuca» explicó que el problema es en general de todo el futbol mexicano, donde a la vez denunció una tendencia en contra suya por parte de la prensa nacional, a la que consideró cansada de su imagen, más no de insistir en dedicarle espacios.
«Yo creo que hablar de mí (los cronistas nacionales) es bueno. Con todo respeto a mis demás compañeros, colegas, hay una posibilidad de hablar de mí y tomar un poco más de estatus, y si están más preocupados en hablar de mí, pues algo he de tener. O quizá ya se cansaron de que yo esté dirigiendo».
-¿Pasa lo mismo cuando ve a esos cronistas en persona?- «Cuando estoy de frente me dicen que soy lo máximo, que quisieran tener un hijo como yo, que quisieran que yo estuviera casado con sus hermanas o con sus hijas, que soy la octava maravilla del mundo cuando estamos de frente».