Aún cuando la tradición nos ha llevado a pensar que nuestros sentimientos fluyen desde el corazón, la realidad es que todo lo que sucede en una pareja está intrínsecamente ligado a nuestro cerebro, y por ende, a nuestra psicología.
Al fin y al cabo, el amor y el deseo, son una serie de respuestas a estímulos que, gatillados en el momento o situación adecuada, pueden hacer la diferencia entre el éxito y el fracaso en nuestras relaciones amorosas.
Precisamente, el ilusionista irlandés Keith Barry quiso demostrar cómo, con la preparación adecuada, podemos tomar partido de estos códigos para tener una cita exitosa, demostrando algunas de ellas en su programa “Deception” (Engaño) de la cadena Discovery Channel.
El mago y mentalista advierte que no hay mejor arma ante una conquista que la observación, enfocándote realmente en lo que está haciendo o diciendo tu pareja. De aquí que entregue 8 de sus principales consejos, basados en la psicología del lenguaje corporal.
1) Triangulación
Si estás en una cita y observas que una mujer recorre tu rostro yendo desde los ojos hasta la boca para luego retornar a los ojos, es una excelente señal. Se le llama triangulación, y es evidencia de que le atraes, e incluso de que le gustaría besarte.
2) Falsa sonrisa
La sonrisa humana es una de las mayores señales de agrado, pero por desgracia, también se puede fingir. Si ves que tu acompañante no mueve las cejas cuando sonríe, es una muestra de que en realidad no está tan contenta como parece. Quizá incluso esté ocultando tristeza. Pero no te rindas: ambos pueden salir beneficiados si le preguntas si ocurre algo malo. Quizá te confíe sus preocupaciones y aumente el nivel de intimidad.
3) Los pies no mienten
Barry asegura que los pies son las partes más sinceras del cuerpo. Mientras estés en una cita, observa hacia donde apuntan los pies de tu acompañante. Pies distendidos o retraídos pueden develar su grado de confianza o alerta. Si apuntan hacia ti, hay interés. Si apuntan hacia la puerta, es que quiere irse. Mala señal.
4) La prueba de la mirada
¿Quieres saber a la distancia si una chica está dispuesta a conversar contigo en una reunión? Establece contacto visual con ella. Si notas que discretamente levanta una ceja o entrecierra sus ojos, es que puede haber química.
5) Pupilas
Al igual que los pies, las pupilas son más que un detector de mentiras, un detector de verdades. Cuando una persona -hombre o mujer- se interesa vivamente en lo que estás diciendo, una de tus palabras llama su atención o coincide con tu postura, sus pupilas se dilatarán brevemente. Es un signo muy sutil, pero poderoso.
6) Atento a los brazos
Si la charla va bien, prueba a dar un paso extra y mantén tu brazo tan cerca del de ella como te sea posible. Los brazos tienen miles de terminales nerviosos que son estimulados al más mínimo contacto. Tocar su brazo con el tuyo aumentará el nivel de intimidad.
7) El test de la corbata
¿Quieres una forma de saber inequívocamente si ella está interesada en ti? Pues usa la corbata levemente torcida. Si ella endereza tu corbata, estás en la senda correcta.
8) El truco sucio
Si realmente tienes deseos de ligar con esa chica, Barry asegura que existe un (cuestionable) truco que te puede ayudar a cautivar su atención rápidamente: juguetonamente, finge que sabes leer la suerte en la palma de las manos.
El principal beneficio es que podrás tocar y acariciar la palma de su mano, tan sensible al tacto que se convierte en un “centro de placer”. Durante el tiempo suficiente, esto liberará endorfinas al cerebro y hará que ella se sienta más a gusto contigo.
Pero, ¿cómo podrías leer la fortuna si no sabes hacerlo? Aquí interviene un juego de palabras conocido como el efecto Forer (o Barnum), descubierto por el psicólogo Bertram R. Forer en 1948, el cual dice que si describes a una persona de una forma lo suficientemente vaga, lograrás que esta se identifique con las características que estás enumerando.
Es uno de los principios de la mayoría de los horóscopos, y ejemplo de ello son afirmaciones como “eres una persona que se muestra segura y controlada en el exterior, pero que en realidad eres tímida e insegura en el interior“, “sientes que tienes un gran potencial aún por explotar” o “para ti la familia es muy importante, aunque a veces discrepes con ellos“.
La clave es armarte del repertorio correcto y decirlo con tanta seguridad como simpatía, lo que además del efecto físico en las palmas de las manos, te permitirá reforzar la conexión con la chica que pretendes.
Desde luego, si el truco sale bien y pasan al siguiente nivel de relación, tarde o temprano te tocará explicar por qué realmente no sabes leer las manos…