El interés del Movimiento Regeneración Nacional, ya registrado por el Instituto Nacional Electoral formalmente como partido político no está centrado, precisamente en esta conversión, porque en México existen ya “demasiados partidos”, aseveró el dirigente estatal Gabino Morales.
Dejó en claro que para los integrantes del Movimiento –que ha obtenido su registro condicionado como partido político–, la conversión es un medio para consolidar los objetivos de transformación de la vida nacional con ese instrumento y con la participación activa y permanente de los ciudadanos.
En tal sentido, dijo, Morena como partido político buscará convertirse en la primera fuerza electoral en los próximos comicios intermedios de 2015, con la finalidad de dar impulso a un mecanismo de consulta ciudadana, prevista en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, como un mecanismo jurídico que evite, desde los intereses de la clase política incrustada en los partidos, el desmantelamiento del patrimonio nacional, como se pretende hacer, en el caso de la Reforma Energética, con Petróleos Mexicanos, la Comisión Federal de Electricidad y los sistemas y medios de producción de energía.
Gabino Morales luego de manifestar que el Partido Morena tiene un plazo que vence el 30 de septiembre próximo para realizar diversas modificaciones a su proyecto de estatuto, dijo que en este lapso, el 15 de agosto procedería el protocolo de registro ante el Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana en San Luis Potosí.
Respecto de la visión que desde Morena se tiene de la actuación del gobierno local, esta cabe en una sola expresión: “Pésimo”. Y lo mismo vale, observó para la administración municipal capitalina.
Interrogado sobre los recursos públicos que se allegarán a Morena como partido, Morales aseguró que estos se habrán de destinar íntegramente al fortalecimiento de la infraestructura del instituto político, no para “pagar sueldos”, ni para acumular fortunas, como es el caso de algunos partidos-franquicia o de corte familiar, entre los que mencionó al Verde Ecologista y al estatal Conciencia Popular, advirtiendo que en el caso del Partido de la Revolución Democrática en San Luis, este fenómeno se endereza a una especie de renta al clan de los Gallardo.
Insistió en que México no necesita nuevos partidos políticos, al menos no con las características de los actuales; lo que requiere son plataformas para organizar y representar, en términos reales a la sociedad civil.