Desciende la tenencia de mascotas en los hogares

En fechas recientes la legislatura potosina ha enunciado y emitido leyes de protección a las mascotas; no obstante en los últimos tres años, de acuerdo con datos obtenidos por la empresa Consulta Mitofsky, el número de hogares con mascotas en México se ha reducido en tres puntos porcentuales.

Y es que en la tabla comparativa de marzo de 2011, un 57.6 por ciento de los hogares de México registraba la presencia de al menos una mascota, cualquiera que esta fuera; para abril de 2014, esta cifra había caído a 54.9 por ciento.

Se encontró que los hogares con menores ingresos albergan a un número importante de mascotas (55.8 por ciento); la clase media reportó la presencia de mascotas en un 53.2 por ciento de sus hogares, mientras que las clases económicamente fuertes lo hicieron en 56.1 por ciento, ubicándose en primer sitio.

En los hogares del centro del país es donde más se concentra la adopción y mantenimiento de mascotas, al registrarse su presencia en el 59.2 por ciento de las viviendas, seguidos por el 55.1 por ciento de los hogares de la región del Sureste.

Para abril de 2014, el perro era el campeón de las mascotas, al ubicarse en el 87 por ciento de los hogares en el país, seguidos muy de lejos por los gatos que, incluso este año redujeron su presencia de 30 a 23 por ciento; igual aconteció con las aves cuya presencia en los hogares, entre 2011 y 2014 cayó de 27 a 14 por ciento.

Los roedores (ratones, cuyos, etcétera) observaron presencia sólo en el 1 por ciento de los hogares mexicanos, al igual que las serpientes.

El 46 por ciento de los propietarios de mascotas aseguró a los encuestadores que adquiere para ellas alimentos especiales, un 36 por ciento admitió que comparte con ellos las “sobras” de la comida familiar; un 14 por ciento indicó que, al igual que compra alimentos especiales para sus mascotas, también comparte con ellos las sobras de la comida familiar.

Entre las clases económicamente pudientes un 81 por ciento manifiesta comprar alimentos especiales a sus mascotas, un 10.7 por ciento, sin embargo, indicó que sus mascotas “comen la misma comida” que hay en casa; el 56 por ciento de los propietarios de mascotas de la clase media aseguró que compra alimentos especiales, mientras que un 28 por ciento dice que sus animales comen lo que hay en casa; el 27 por ciento de los propietarios de mascotas con menor poder de compra, adquiere alimentos especiales, y un 50 por ciento comparte con ellos las sobras de la comida del día.

En los asentamientos urbanos un 57 por ciento compra alimentos especiales para sus mascotas, y un 24 por ciento comparte con ellos su comida del día, en la clase rural sólo un 13 por ciento compra alimentos especiales y un 72 por ciento les ofrece las sobras de la comida del día.

Por lo que se refiere a la atención a la salud (y a las visitas al veterinario) un 33 por ciento acepta que sus mascotas no son atendidas; un 25 por ciento indica que al menos lleva a sus mascotas una vez al año con el especialista; un 17 por ciento manifiesta que lo hace cada seis meses; un 7 por ciento tres veces por año; sólo un 1.2 por ciento indica que lo lleva más de seis ocasiones por año.

Son las mujeres, propietarias de mascotas (o supervisoras de las mascotas de sus hijos) quienes más se preocupan por su salud (34.2 por ciento, contra 26.8 por ciento) de los varones si se trata de un perro; por nivel socioeconómico, el 37 por ciento de las mascotas adoptadas por personas de la clase socioeconómica alta recibe atención médica especializada.

La encuestadora no da cuenta de los gastos de los propietarios de mascotas en adminículos especiales: juguetes, ropa, accesorios diversos; ni de las experiencias agradables y desagradables en la relación de estas con los miembros de la familia, así como tampoco de los niveles de accidentalidad en que se involucran unos y otros.