El barro negro asume su lugar en la Guelaguetza

Los alfareros de esta comunidad de los Valles Centrales acuden puntuales a su cita a un costado del Palacio Municipal, en el Mercado de Artesanías y en las instalaciones del Tianguis Artesanal, a un lado del que fue taller y domicilio de Rosa Real, mejor conocida como «doña Rosa».
Por séptima ocasión, con motivo de las fiestas del Lunes del Cerro, en esta tierra de Rosa Real, quien continuó la tradición de sus ancestros, pero a la vez descubrió que el barro negro de Coyotepec podía brillar, y con ello logró para su pueblo el renombre nacional e internacional con el que ahora cuenta, siguen viviendo de la tierra hecha escultura.
Más de 150 artesanos inician la muestra para ofrecer las piezas y utensilios que con creatividad, talento y sensibilidad elaboran en talleres familiares.
El barro negro forma parte del tianguis artesanal que anualmente se presenta en el marco de las fiestas de los Lunes del Cerro, que aumenta la derrama económica en esta localidad de raíces zapotecas, toda vez que los artesanos reconocen que esta fecha representa una oportunidad para consolidar su presencia como productores alfareros.
Cada año esta exhibición gana interés de los visitantes de México y el mundo, quienes pueden adquirir los trabajos hechos en barro negro de Coyotepec.
La muestra, inaugurada ayer por las autoridades municipales y comunales, así como del Instituto Oaxaqueño de las Artesanías, permanecerá abierta al público hasta el próximo 28 de julio.
En esta comunidad, 60 por ciento de los casi tres mil habitantes trabajan el barro negro. La labor requiere paciencia y esmero, hasta cubrir los pasos que permiten hacer que el lodo o barro se convierta en objeto donde la imaginación de cada artesano queda ricamente plasmada.