A rescatar de nuevo a la Princesa, ahora con una tableta

Tomé el control mágico de la Nintendo Wii U. Esperaba quedar sorprendido con la secuela de New Super Mario Bros. Mantuve el ánimo siempre a tope, pues hacía tiempo que el precio por tenerlo (mil pesos) me separaba de conocer una aventura más del sobreexplotado Mario… una aventura plataformera que esperaba jugar con ansias.
Crecí con Mario y he vivido su evolución con gusto desde que era un desconocido brinca-barriles que trataba de liberar a una damisela en apuros de las manos de Donkey Kong. Disfruté el Mario 3, y como muchos, lo considero el mejor de la saga. Gocé su salto al 3D en los 64 bits y me desilusioné con Mario Sunshine para el Gamecube, hasta que los dos Mario Galaxy del Wii me hicieron recuperar la fe en él.
La fórmula del plomero regordete y cachetón es clara: temer cuando el juego es 3D, porque aunque no será malo, hay dudas latentes de que podrá alcanzar la excelencia. Pero en dos dimensiones, Mario es compra segura. Por eso sufrí que su precio no me dejara probarlo desde que salió.
Al final lo conseguí prestado. Apenas esta semana. Lo jugué de inicio a fin… y me decepcionó.
No fue por la dinámica de juego o la trillada historia (Bowser no tiene qué hacer, así que decide secuestrar por enésima ocasión a la Princesa Peach, lo que significa que un moralmente correcto fontanero debe ir a su rescate); tampoco por la atención al apartado gráfico, que debe destacarse como uno de los mejores en los juegos de Mario en dos dimensiones.
El fallo más grande está en la no cumplida innovación. New Super Mario Bros U fue el título de lanzamiento para el Wii U, una consola que prometió enormemente con su modelo de mando a través de una pad o tableta, y que a la distancia lucha sobremanera por crecer sus cifras de venta debido a la escasez de juegos.
Y allí está la queja: su título de lanzamiento reduce la función de este periférico a una pantalla secundaria. ¡Éxito! Siempre podrás pisar champiñones y ver las andanzas del buen Mario desde tu televisión, pero con el Wii U podrás verla con tu pad… que está allí, junto a la televisión.
Por esta razón, los bonos del juegazo que marcaría el inicio de la nueva generación (hipérbole egocéntrica del equipo Nintendo) quedaron en el tintero. Está claro: ver la misma escena en la mini pantalla y en la pantalla estándar no es original: es ocioso.
Pero Mario es un título atrayente, y gracias a ello conseguí fácilmente una compañera de juego. Ella usó el segundo mando, mientras yo traté de sacarle jugo al pad. Y mi función con esa herramienta fue asistirla con bloques temporales para ayudarla a alcanzar lugares complicados, o alejar a los simpáticos y bailarines enemigos a su alrededor.
Todo ello con simples toques a la mini pantalla.
Fue divertido. Se carcajeó porque muchas veces la hice perder intentando ayudar; cambiamos los controles y el resultado fue el mismo.
Las vidas se escapaban del conteo en tanto aprendíamos a usar el mando como asistencia, y no como un obstáculo adicional.
Eso: el juego de dos (aunque pueden jugar más), dio un impulso por demás simpático al título. La verdadera diversión aguardó hasta que derroté a Bowser y conseguí una aliada en la segunda vuelta (lo que no es indispensable: el multiplayer está disponible desde el inicio).
Así recordé muchos de los buenos momentos que viví hace unos años con Super Mario World en el Super Nintendo.
Pero que el pesimismo no confunda. New Super Mario Bros U sí es enteramente recomendable. Lo malo es que su antecesor directo: New Super Mario Bros Wii, no le pide nada. De hecho, es de ese título de donde toma sus mejores elementos: items y temáticas.
La dificultad no falla; el diseño de niveles tampoco. Pero Nintendo tiene más de dos décadas haciendo juegos de Mario, por lo que descuidar o fallar en este aspecto a estas alturas sería un error con grandes costos para la Gran N.
Escrito lo anterior, el videojugador disfrutará sin problemas de esta entrega de plomeros contra koopas, con el añadido gráfico superior que ofrece el Wii U sobre la consola hermana: el Wii. Además, las coincidencias con el mítico Super Mario World son palpables: un reencuentro con Yoshi y crías, y enfrentar ahora en HD a los hijos de Bowser con los que ya habías acabado anteriormente, son un añadido que se agradece.
Desafortunadamente, poner sus manos en esta entrega sí tiene precio, y aunque sigue pasando el tiempo –Mario Bros U salió al mercado en noviembre de 2012– su costo no ha reducido demasiado… al menos no en los puntos de venta oficiales más conocidos.