Injusticia social y violencia ocasionan oleada de migraciones: Pastoral Social

La crisis humanitaria, que se desprende de las migraciones desde los países pobres, sujetos a la desigualdad y la pobreza, a la violencia, la persecución, el crimen organizado y la guerra, es un hecho que se advierte no sólo en el continente americano, sino también en Europa, África y Oriente Medio.

Así lo advirtió el presidente de la Pastoral Social de la Arquidiócesis de San Luis Potosí, y responsable de la atención de la Casa de la Caridad Cristiana-Hogar del Migrante, el presbítero Rubén Pérez Ortiz.
El sacerdote indicó que la crisis que ha estallado en el territorio estadounidense, a raíz de la multitudinaria oleada de migraciones de niños y jóvenes procedentes de países centroamericanos, no se resolverá con medidas como las anunciadas por los gobiernos de México y Estados Unidos, y que tienen a la restricción del tránsito migratorio mediante dispositivos de cierre de fronteras.
La problemática se desprende de la injusticia social, de la lacerante realidad de pobreza, desigualdad y violencia; de la presencia del crimen organizado y de la insuficiencia, o franca ausencia, de la inversión social de en los países expulsores de personas.
El sacerdote remarcó como preocupante, el tema de la violencia en los territorios nacionales expulsores de migración, en Centroamérica, pero, sin duda, también en nuestro propio país. Es la violencia el factor de mayor gravedad que induce a que la gente salga huyendo de sus países de origen, más que la pobreza: la violencia y la inseguridad.
Dijo que en los países donde se registra este fenómeno, hace falta un rediseño de las políticas públicas que conlleven al respeto irrestricto de la dignidad de cada persona, crear conciencia de que la emigración no es un delito, sino que debe considerarse como una oportunidad y como un derecho humano.
También llamó la atención al respecto de la multiplicidad de las corrientes y modalidades migratorias, toda vez que hay personas que poseen medios suficientes para ejecutar sus traslados a través de sistemas y servicios lícitos de transporte, pero no es el caso de las mayorías empobrecidas que deben hacerlo sin recursos, sobre el lomo de “La Bestia”, o a pie o pidiendo “raid”.
Estas personas, las más vulnerables, son las que se exponen al peligro, a la violencia, a los malos tratos y al crimen organizado; son estas personas, las más pobres y las más vulnerables a las que atiende, precisamente, la Iglesia, a través de los albergues como el que se encuentra instalado en San Luis Potosí, dijo Pérez Ortiz.
Informó que al día de ayer se detectó un incremento en el rango de 92 por ciento de los flujos migratorios, tanto centroamericanos como de los generados en el territorio nacional y estatal.