El pleito eterno de las tribus en el Partido de la Revolución Democrática (PRD) los tiene al borde del colapso. Los Chuchos perdieron el control y están entrampados en el proceso para renovar la dirigencia nacional. Como lo advirtió Cuauhtémoc Cárdenas, “de cara a la elección interna soplan vientos de fractura”.
La decisión de Jesús Zambrano, actual dirigente, de entregar al Instituto Nacional Electoral (INE) la organización de la elección de integrantes del Consejo Nacional, consejos estatales y municipales, y Congreso Nacional de ese instituto político, mediante el voto universal, directo y secreto de todos sus afiliados el próximo 7 de septiembre, atizó aún más los enconos tribales.
Incluso los moderados del PRD manifestaron su inconformidad. Miguel Ángel Barbosa, coordinador de los senadores, ha dicho que lo mejor sería alcanzar un acuerdo de unidad entre todos los grupos en favor de Cuauhtémoc Cárdenas para que sea el nuevo presidente, pues una elección organizada por el INE sólo va exhibir sus diferencias y la trivialización que los incapacitó para realizarla.
Desde su fundación el PRD ha sido un partido indisciplinado, donde las acusaciones son directas y públicas, unos y otros se inculpan de corruptos, traidores, vendidos, más lo que se acumule. Sus guerras internas segmentan a la militancia, las corrientes buscan por todos los medios que desaparezcan sus adversarios en el partido. Todos contra todos, es la premisa que se convierte en moneda de cambio en los procesos electorales, internos y externos.
Como dice Barbosa, “las corrientes se preocupan por el control y no por el destino del partido”. Un futuro que los alcanzó, pues los comicios intermedios del 2015 están a la vuelta y su principal enemigo es el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), con Andrés Manuel López Obrador al frente, de un grupo que se dice agraviado y expulsado del sol azteca y dispuesto a lo que ordene un líder que no admite disidencias ni disonancias.
Así lo confirma René Bejarano, en entrevista con El Universal, al advertir que “Morena, como partido político, impulsa un sectarismo obcecado, al criticar y dividir a la izquierda”. Discordia que se refleja en el Congreso, pues como revela una investigación de El Financiero, 31 de los 101 diputados perredistas están identificados con AMLO y en el Senado 8 de los 22 legisladores también son fieles a El Peje.
De modo que el PRD llegará a la renovación de su dirigencia y a las elecciones federales intermedias del 2015 desprestigiado por sus alianzas con el PAN y el PRI, con el riesgo latente de fractura y con el enemigo íntimo fortalecido y respaldado por la creación de su partido. Ahora sí que se las verá… con Morena, que le disputará el clientelismo político amarrado a las dádivas disfrazadas de becas o programas de ayuda social.
La izquierda mexicana, suma de muchas tribus, carente de una cultura democrática, vive momentos de descomposición y esta ácida disputa es una mala noticia para el país y sus militantes rumbo al 2018.
Vericuentos
Reforma energética al ruedo
No hay plazo que no se cumpla y, por fin, veremos a la madre de todas las batallas en las cámaras de Diputados y Senadores. Una vez terminada la fase de análisis y discusión de los cuatro predictámenes, en el Senado se traza la ruta para dictaminar las leyes secundarias en materia energética. David Penchyna, presidente de la Comisión de Energía, buscará este martes desahogar la votación de las reservas para llegar al pleno. Mientras tanto, sus contrapartes del PRD y del PT organizaron, para hoy, diversos foros sobre el tema en busca de ganar tiempo y evitar que se apruebe antes de agosto.
Partidos SA de CV
Como lo anticipamos, el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó los montos de financiamiento público para los nuevos partidos políticos Morena, Humanista y Encuentro Social, como parte de sus prerrogativas para los meses de agosto a diciembre de 2014. Contarán con 31 millones 756 mil 550 pesos para actividades permanentes. Además, recibirán un millón 429 mil 044 pesos destinados a actividades específicas; 3 millones 175 mil 655 pesos para franquicias postales, y 28 mil 895 pesos a franquicias telegráficas, durante lo que resta del año. ¡Pare de sufrir! Funde su partido.