Pueblo de Arizona protesta contra niños migrantes

Manifestantes en una pequeña población de Arizona planeaban el martes bloquear un autobús que según ellos transportará a unos 40 niños migrantes a una academia para jóvenes con problemas de conducta.

En todo el suroeste de Estados Unidos ha provocado furia la oleada de niños centroamericanos que cruza la frontera con México desde hace más de un mes. Aunque se la considera una crisis humanitaria, la ola de inmigrantes también alimenta los fuegos del enfrentamiento político.

Las protestas serán similares a las de Murrieta, California, donde el alcalde y los vecinos cortaron el paso de autobuses que transportaban a niños migrantes, y otras en Michigan.

En Arizona, donde rigen leyes estrictas como la llamada «muéstrame tus documentos» , las actitudes son igualmente hostiles.

En Oracle, Arizona, cunde la furia desde que el comisario del condado de Pinal, Paul Babeu, advirtió la semana pasada que niños centroamericanos capturados al cruzar la frontera ilegalmente serán alojados en la Academia Sycamore Canyon. La academia hospeda a jóvenes con trastornos de conducta, muchos de los cuales tienen prontuario criminal.

Las llamadas a la academia no recibieron respuesta. Un vocero del Departamento de Salud federal dijo que no podía identificar los refugios para migrantes para proteger su identidad y seguridad.

Robert Skiba, uno de los organizadores de la protesta, dijo que «no sabemos quiénes son. No conocemos su estado de salud. No sabemos nada porque el gobierno federal no nos dice nada».

Pero no solo habrá caras furiosas para recibir a los niños. Grupos defensores de los inmigrantes planean realizar una contramanifestación.

«Usan el miedo y el odio con la esperanza de provocar manifestaciones similares a los sucesos recientes de Murrieta» , dijo el grupo latino Somos América. El grupo agregó que «condena esas acciones y trata de presentar una alternativa pacífica al pánico alimentado por el miedo, causado por la irresponsabilidad de los agitadores del tea party y el comisario Paul Babeu».