El pasado proceso electoral en el que el PRI obtuvo un triunfo arrollador en las elecciones de Coahuila es un indicio y señal de que “México está regresando a su pasado más ignominioso y terrible, como es la recentralización de la autoridad electoral que tanto daño hizo en el pasado a las entidades federativas del país por no haber dado seguimiento y castigo a las denuncias por la compra de votos”.
Quien esto dijo fue Pedro Olvera Vázquez, ex dirigente estatal del PRI. Consideró que en la última elección se demostró “un totalitarismo, porque hubo cuestiones evidente irrebatibles de que las cosas no están bien, pues se medró con el hambre”.
“Esta última elección nos dice mucho, que sin duda en Coahuila se sigue manejando el PRI como el único partido y es el botón de muestra más importante de cómo vuelve a sus peores momentos, poniéndonos en peligro grave”, subrayó. “Basta de las campañas de jabones y pendones. Los mercadólogos nos ven la cara con sus tonteras. Pero la gente tiene hambre y es con lo que se medra, aunque lo que debe dar un político son ideas bien razonadas”, enfatizó.
