Considerada la más antigua agrupación del Continente y declarada como Patrimonio Cultural Intangible de la Ciudad de México, la Orquesta Típica de la Ciudad de México (OTCM) celebra este año su 130 aniversario, gozando de buena salud.
Compuesta por instrumentos musicales que estaban empezando a tener un arraigo de emotividad en la gente, la OTCM nació el 1 de agosto de 1884, de la mano del maestro Carlos Curti.
De acuerdo con el hoy director de la Típica, Arturo Quezadas Luna, esos instrumentos de arraigo fueron los salterios y bandolones, así como todo ese conjunto de cámara de instrumentos típicos y de cámara clásica, a fin de abordar obras no solamente de tradición popular mexicana, sino valses y polkas. Declarada como Patrimonio Cultural Intangible de la Ciudad de México, el 21 de enero de 2011, la Típica es una orquesta importante, porque la mayoría de los compositores mexicanos del siglo XIX y XX le escribieron varias obras.
«La Orquesta fue creciendo a Sinfónica y es una agrupación integrada actualmente por 90 músicos, pero en su origen, en 1884, era un conjunto de típicos que tenían insertado un grupo de cámara clásico, pero conforme fue avanzando la trayectoria de ésta, fue creciendo el conjunto de la sección clásica y ahora es una Sinfónica», precisó.
Subrayó que el primer programa que aparece en un libro que publicó la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, incluye obras de Gaetano Donizetti (1797-1848) y Richard Wagner (1813-1883), y después algunas piezas de tradición mexicana a las que se llegaron a llamar canciones rancheras, pero ejecutadas con violín, flauta, clarinete y fagot. «Entonces se produce una mezcla del color de los salterios, las marimbas y los bandolones, junto con la tradición europea.
