Norma Lazareno, 55 años de carrera

Un camino lleno de éxitos, durante el cual ha trabajado en cine, teatro y televisión, dan cuenta de lo que ha sido el desempeño de la actriz Norma Lazareno en los escenarios, quien nunca imaginó que las fantasías e inquietudes que tuvo de niña fueran a derivar en una sólida carrera de 55 años.

Aunque la actriz aseguró que en sus inicios fue la suerte lo que decidió el rumbo que tomaría su carrera actoral, hoy en día eso no ocurre, porque ella se encarga de seleccionar el tipo de proyectos en los que desea participar, como ahora es el caso de la obra «La fierecilla tomada» , que estrenará el próximo 8 de agosto.

«Tenía 15 años cuando inicié y tenía todas las opiniones en contra, menos la de mis padres, quienes siempre me apoyaron» , recordó la actriz, quien tuvo que toparse con comentarios que señalaban que el ambiente artístico era malo, mal visto y hasta satanizado.

Comentarios que no le importaron a la primera actriz, quien ahora con entusiasmo recuerda que en sus pláticas con sus amigas del colegio, siempre les aseguró que ella lograría un lugar importante en esta carrera, y no pasó mucho tiempo para que el sueño comenzara a tomar forma.

«Había un concurso en el programa de ‘Variedades de mediodía’ en lo que era antes Televicentro y mis amigas me retaron a participar en una competencia de mímica, donde teníamos que mostrar diferentes estados de ánimo» , comentó la actriz.

Entre risas, Lazareno recordó que en esa ocasión su cara parecía de chicle con tantos gestos, además de que tuvo que hacer ajustes a su uniforme escolar, para que pareciera un vestido casual.

«Muchas me decían que era un sueño, que además estaba muy flaca, pero tras ganar el concurso, estuve en el programa por dos semanas, y por ser menor de edad, mis padres dieron la autorización para que participara» , comentó la actriz a Notimex.

La actriz nunca imaginó que su desempeño en el escenario tendría tan buena aceptación entre el público, por lo que le renovaron el contrato por seis meses más.

Marina del Villar, su nombre real, confesó que su gusto por la actuación y todo lo relacionado con el espectáculo lo trae de familia. «Siempre estuve ligada al medio artístico, mi padre fue cantante de ópera y mi padrino fue el actor Miguel Inclán, quien me habla maravillas de lo que era hacer cine» .

Señaló que su padrino invitaba a su padre a cantar boleros en una carpa que tenía llamada Tallita, «yo iba a ver y me gustaba, así que tuve la oportunidad de conocer lo excelso de la música, y lo popular.
«Yo nací genéticamente artista» , aseguró Lazareno, quien en su afán por ser una verdadera actriz encontró su nicho en el Instituto Andrés Soler, donde tuvo como compañeras a Kitty de Hoyos, Martha Mijares, Tere Velázquez y Alfonso Mejía, este último quien era su amor platónico, luego de la icónica cinta los «Los olvidados» .

Ignacio Retes, Enrique Ruelas y Gloria Mestre fueron parte de los profesores que instruyeron a la actriz, quien tuvo el gusto en ese entonces de que Ismael Rodríguez la seleccionara para un proyecto en el que necesitaba caras nuevas, donde ella y Martha Mijares se disputaban el papel principal.

«La suerte decidió mi destino actoral, Ismael me contó que estaba indeciso y que en un volado se decidió todo y yo perdí; sin embargo, yo supe esto años más tarde, cuando Rodríguez me invitó a trabajar en la serie de televisión ‘Nosotros los pobres’, protagonizada por Alberto Vázquez» , dijo.

La actriz sonríe al recordar estas anécdotas, que sin duda la hicieron ser más perserverante, por lo que no desistió y esperó la oportunidad adecuada que vino de la mano de Carlos Enrique Taboada, quien apostó también por el talento de ella y de Alicia Bonet, entre otras.

«Después de que mi suerte se decidió en un volado, llegó a mi puerta en 1968 ‘Hasta el viento tiene miedo’, película que se convirtió en un clásico y que hasta hoy en día muchos me conocen por ella, jóvenes que se me acercan aún para decirme que si yo soy ‘Kitty’» , explicó.

Reconoció que es una sorpresa que jóvenes la recuerden por este trabajo, al que le guarda cariño, no sólo porque fue su primer trabajo en cine, sino por las historias que se generaron entorno a ella, ya que Taboada supo poner en el set el toque de lo sobrenatural.

Sentimientos de risa y nervios, llevan a Lazareno a recordar que durante el rodaje pasaban cosas extrañas, como que se tocara el piano solo, ante la mirada atónita de ellas, además se perdían libretos y otros objetos.

«Al final Carlos Enrique nos confesó que ellos hacían todo para crear esta atmósfera en el set ya que estábamos demasiado contentas y él quería plasmar otros sentimientos en pantalla» , comentó la actriz, mientras se acomoda en un sillón, alistándose para una jornada de ensayos que tendría más tarde.

«En 55 años me han pasado muchas cosas, he tenido una carrera muy linda, donde he hecho de todo, pero también he tenido tristezas personales de las que me he sobrepuesto» , comentó Lazareno, quien hace algunos años perdió en un accidente automovilístico a su única hija, Paulina, fruto de su relación con Pablo Farrell.

«Mis experiencias me han llevado a hacerme de técnicas propias para poder llorar y expresar otros sentimientos» , dijo la actriz, quien se queda pensando un poco, aunque también reconoció que trabajar con gente joven la llena de vitalidad y siempre les aprende algo.

«Hoy doy gracias por todo, y me da gusto que me sigan contemplando para nuevos proyectos, incluso para trabajos de Internet, porque me lleva a pensar que «Sí… volvería a ser actriz» , concluyó Lazareno, quien está próxima a estrenar «La fierecilla tomada» , montaje con el que celebra 55 años de trayectoria.