«Como Jesús usaré el bastón contra los curas pedófilos. La pedofilia en la Iglesia es una lepra que mis colaboradores abarca al 2% del clero. reputo el dato gravísimo, no tranquilizador. El dos por ciento de pedófilos son sacerdotes y hasta obispos y cardenales. Otros, aún más numerosos, saben y callan, castigan pero sin decir el motivo», afirmó hoy en declaraciones al fundador del diario La Reppublica de Roma el Papa Francisco. Al hablar del tema de los abusos sexuales sobre los chicos por parte de miembros del clero, el Papa argentino se indigna. «Encuentro que este estado de cosas es insostenible y es mi intención afrontarlo con la severidad que exige».
Jorge Bergoglio recuerda que «Jesús amaba a todos, hasta los pecadores que quería redimir dispensando el perdón y la misericordia, pero cuando usaba el bastón lo impugnaba para echar al demonio que se había apoderado de esas almas».
A los pedófilos y a los demás pecadores Francisco les recuerda que «la misericordia de Dios es infinita pero no caerá jamás en una trampa. Si el arrepentimiento no es auténtico, la misericordia no puede ejercitar su rol de redención.
El Papa argentino recibió para conversar por tercera vez al fundador del diario «La Reppublica», que no es creyente pero sí un admirador de Francisco y un hombre que hace una búsqueda permanente de Dios. En la entrevista publicada hoy en el matutino en su primera pagina con gran despliegue, los temas principales del diálogo son el drama de la pedófilia y la mafia. Hace unas semanas, el, el Papa excomunicó explicitamente a los mafiosos por «adorar el mal» y los invitó a un sincera conversión.
Con respecto a los abusos sexuales, Francisco afirma que «la corrupción de un chico es cuanto de mas terrible e inmundo se pueda imaginar, si, como resulta de los datos que he podido directamente iexaminar, gran parte de estos hechos abominables ocurren dentro de una familia o en el interior de una comunidad de antiguas amistades».
«La familia deberíaa ser el sgrario donde el niño después el chico y el adolescente son amorosamente educados al bien. alentados en el crecimiento paraa construir la propia personalidad y encontrarse con aquella de sus coetáneos».
Francisco lamenta que «por desgracia es frecuente en la familia no solo la falta de educación sino la corrupción, practicada por los parientes».
En cuanto a la Iglesia, «ella lucha para que el vicio sea desvelado y la educación recuperada. Pero también nosotros tenemos esa lepra en casa. Mis colaboradores sostienen que el fenómeno no esta muy difundido, que la pedofilia alcanza al 2%. pPero ese dato no me tranquiliza, lo considero gravísimo. El dos por ciento de pedófilos son sacerdotes, y hasta obispos y cardenales.».
En cuanto a la mafia, otro tema de gran actualidad por la intervención del Papa que excomulgó a los mafiosos durante un viaje a Calabria hace dos semanas, Francisco dijo que «no conozco a fondo el problema de la mafia. Se lo que hacen los crimentes que cometen, los inereses enormes que las mafias administran. Pero me escapa el modo de pensar de los mafiosos, de los jefes, los gregarios En Argentina hay delincuentes como en todos lados, ladrones y asesinos, pero no mafias. Es este el aspecto que quiero examinar y lo hare leyendo tantos libros que han sido escritos sobre el tema y tntos testimonios».
Scalfari, que es calabrés, ante el pedido de Francisco de «ayudarme a comprender», le explica que las mafias «son organizaciones con leyes propias, códigos de comportamientos con cánones propios. Estados en el Estado. Con su propia ética. No le parezca abnorme si le digo que tienen un Dios propio. Existe un Dios mafioso».
La entrevista se amplia al fenómeno de la religiosidad de los maafiosos, sobre todo de los familiares de los «hombres de honor»..
Antes de retirarse el fundador de «La Repubblica» le preguntó a Francisco «cuanto crecera con el tiempo el problema de los curas casados en la Iglesia?».
El Papa argentino le recuerda que el celibato fue establecido en el X siglo, 900 años «después de la muerte de nuestro señor». «La Iglesia católica oriental tiene facultad de que sus presbíteros se casesn El problema ciertamente existe pero no es de gran entidad. Hace falta tiempo, pero las soluciones exisen y las encontraré».