Difícil determinar la criminalidad desde edades tempranas: AZL

Es improbable determinar desde niño a un criminal, destacó en entrevista el doctor Agustín Zarate Loyola, director de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
El especialista explicó que es difícil determinar si un niño, desde su época juvenil, tiene rasgos de conducta que se salen de los esquemas normales: “podríamos estar alertas, pero hay veces que la gente con este tipo de problemas anda deambulando entre nosotros y no lo identificamos”.
Para el profesionista de la psicología, este tipo de personas son analizadas ya una vez que son detenidas, por lo cual es muy difícil que puedan ser atendidos desde antes: “es arduo trabajar con un criminal; la única manera de abordar a un personaje de este tipo, es cuando finalmente es capturado y confinado”.
Explicó que en los espacios de confinamiento traten que una persona con esta conducta regrese a esquemas de comportamiento ordinario, y son sujetos de análisis para tener en consideración respecto a otros casos, en las búsquedas principalmente de elementos de prevención.
El doctor Zarate Loyola mencionó que un asesino puede verse totalmente en polos opuestos de bipolaridad: “una persona puede mostrar elementos de un nivel muy grande de violencia, y llegar a terminar con la vida de los demás, llegando un momento en que el nivel del deseo de matar los desborda, y es cuando se cometen actos lamentables”.
La incógnita para todos los expertos en la psicología, señaló, es saber qué es lo que pasa dentro de la mente de los criminales, qué reproducen realmente en sus esquemas mentales: “interpretamos que hay un gran conflicto en el ordenamiento de ideas, en la organización de esquemas, y una confusión en términos de los conceptos que ellos manejan, pueden decir que lo hacen por un bien, y ellos sólo sabrán y justificarán cuál es ese bien por el cual llevan a cabo este tipo de actos”.
Expresó que hay otras personas que no tienen ningún argumento, y también quienes presentan un trastorno totalmente psicológico: “nosotros los tipificamos como psicóticos, porque a veces están incluso fuera de su realidad; no conocen ni se comportan de manera ordinaria, parecería incluso que no están en sus cinco sentidos. Muchos de ellos, incluso tienen problemas de adicciones, alcohol u otro tipo de drogas, lo que los termina de transformar y hacerlos más peligrosos”.
Indicó que un acto criminal no se justifica por ninguna índole: “generalmente, cuando el individuo lo comete definitivamente está fuera de sus cinco sentidos. Hay una distorsión en ese momento de su comportamiento, simplemente hay niveles muy altos de agresividad y de euforia que no le permiten razonar hasta que no concluye el acto criminal”.