La belleza ante el espejo en el MODO

Nuestro cuerpo es un signo, es un mensaje un lenguaje que ha-bla de su propietario”, afirma Ana Elena Mallet al cuestionar el concepto de belleza trazado a partir la industria publicitaria, la cosmética y la de productos de higiene que han definido cómo el hombre debe ser, sin distinción de género.
Al entender que la búsqueda de belleza perfecta es tan antigua como historia de la humanidad, el planteamiento de la curadora parte de una lectura de la colección del Museo del Objeto (MODO) la cual refiere a la manera en que el canon de mujer u hombre perfecto, en un sentido físico, está estrechamente vinculado al mercado de consumo.
Si bien pareciera un fenómeno ya estudiado, la investigación de Mallet se materializa en mil 600 objetos expuestos en Diálogo con el espejo: la belleza ¿una obligación?, un recorrido curatorial por poco más de 50 años a través de revistas de moda, fotografías de actores de cine, empaques de maquillaje, aparatos electrónicos, productos como jabones, lentes y cremas hasta lo más simple como un lápiz labial. Los objetos en sala, divididos en cinco núcleos temáticos, plantean al espectador preguntas sobre sus ideales de mujer u hombre bello:
¿Qué entendemos por moda?, ¿cuáles han sido los modelos de belleza producidos en el siglo XX y XXI?, ¿por qué nos preocupamos por frenar el proceso natural de envejecimiento?, ¿qué significa usar un color perfecto de labios?
“La perspectiva es evidente en que se mira desde la teoría femenina, y hay una parte de la exposición en que se verá a la mujer cómo objeto, y también en su representación de madre, de ama de casa, del ideal erótico, y cómo la colección del MODO está enfocada al empaque, a la publicidad de productos, se va viendo cómo surgen nuevos ideales a partir de nuevas necesidades que el propio mercado crea.
“Por ejemplo primero se promocionaba la crema hidratante, pero luego ya existe la crema de labios, la crema antiarrugas, la crema de noche y estos mismos productos crean la necesidad en las personas de usar más.
Toda esa parte del consumo creado a partir del concepto de belleza se va viendo en los diferentes productos que se exhiben en la exposición”, detalla.