Un muerto en disturbios en Brasil tras la derrota

Un muerto, incidentes, peleas, quema de 20 autobuses y al menos 24 detenidos se registraron anoche en varias ciudades de Brasil, tras la derrota por 1 a 7 de la selección de este país frente a Alemania, reportaron fuentes policiales y del cuerpo de bomberos.

Una persona falleció en Río de Janeiro durante un tiroteo entre la Policía Militar y dos personas que incendiaron un autobús, según reportó la agencia Europa Press. Otros incidentes graves ocurrieron en Sao Paulo, donde fueron quemados 15 autobuses estacionados, tras la derrota de Brasil. Otros tres autobuses fueron quemados en avenidas de la zona metropolitana de la ciudad.

En Belo Horizonte, donde se disputó el partido, el barrio de Savassi, el más visitado por los turistas con un promedio de 25 mil personas en sus bares y calles, se sucedieron peleas callejeras que terminaron con 12 detenidos. Dentro del estadio hubo desmanes y varias personas que intentaron destruir parte del patrimonio público debieron ser expulsadas del recinto deportivo y custodiadas por la policía hasta la salida.

Al menos un comercio fue saqueado en las afueras de Sao Paulo y la policía detuvo a cinco personas, entre ellas dos adolescentes. En Río de Janeiro, la policía reportó un asalto colectivo en el barrio de Copacabana, el más turístico de la ciudad, durante el partido. También se reportó una estampida de cientos de personas en la playa de Copacabana que generó tensión y pánico entre quienes seguían el encuentro.

Al menos siete personas fueron detenidas por robos en el Fan Fest de Río de Janeiro, situado en la playa, frente al hotel Copacabana Palace, donde se aloja la plana mayor de la FIFA. La policía usó gases lacrimógenos para dispersar a los vándalos.

Otros incidentes ocurrieron en Salvador de Bahía y Recife, donde hubo peleas que motivaron la intervención de la policía. En Curitiba, unos 15 autobuses fueron apedreados y otro asaltado e incendiado.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, confesó estar “muy, muy triste” por la derrota de la selección brasileña, anfitriona del mundial cuya infraestructura costó cerca de 14 mil millones de dólares. El gasto mundialista ocasionó numerosas protestas callejeras en Brasil en las vísperas del inicio de la Copa.