Los gobiernos de México y los países de Centroamérica enfrentarán de manera coordinada a los grupos criminales que trafican seres humanos, asegura el secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade, quien señala que este es uno de los elementos clave de la estrategia para hacer frente a la crisis humanitaria de migrantes, especialmente de menores no acompañados.
En entrevista con un Diario de circulación nacional el canciller Meade dice que en el marco del Sistema de la Integración Centroamericana (Sica) se acordó entre los países trabajar en la construcción de un esquema de coordinación, intercambio de información y de cooperación entre las procuradurías de Justicia para realizar acciones de inteligencia coordinada, con el fin de hacer frente a las mafias de traficantes de seres humanos.
El Instituto Nacional de Migración ha señalado que los grupos criminales que trafican con estos niños ofrecen una garantía de que, por un pago, cuantas veces sea necesario van a hacer el intento de llevarlos a EU. ¿Usted no cree que el principal elemento en el que se debería concentrar el gobierno mexicano es en combatir frontalmente a los grupos criminales?
Sí, de hecho uno de los cinco ejes que anunció el Presidente el lunes tiene que ver con eso que también tiene una visión internacional, porque no son bandas que actúen solamente en el tramo mexicano en el fenómeno migratorio. Uno de los espacios que se ha hablado en México y de lo que se habló en el Sistema de la Integración Centroamericana en El Salvador es justamente en la necesidad de que nos coordinemos también para combatir esas bandas delincuenciales, se hizo un análisis entre los diferentes países y encontramos que todos tenemos tipificado el delito, encontramos que lo sancionamos de manera distinta. Hay quien plantea que conviene o no homologarlo, pero un primer elemento común es que todos tenemos tipificado el tipo de la misma manera y que todos estamos comprometidos. Y el Presidente lo anunció en fortalecer nuestras capacidades y los de los vecinos para combatir la delincuencia organizada que se dedica a lucrar con los más vulnerables.
¿Qué tipo de acciones se acordaron en el Sica?
Entre otros eso, coordinación, intercambio de información, buscar instancias de cooperación entre las procuradurías de Justicia para una acción de inteligencia coordinada y todo este proceso que hemos venido describiendo de mejorar prácticas consulares, de reforzar su presencia consular en México, porque es distinta para cada país, revisar cómo y dónde aumentar su práctica consular y nosotros la mejor disposición de apoyar el proceso. Es un fenómeno en donde todas las autoridades estamos involucradas y se plantea un ejercicio coordinado dentro del gobierno mexicano y entre los gobiernos de la región.
¿Y Estados Unidos no debería participar también, porque esas bandas operan también en EU?
Estados Unidos también debería participar. Está en el diálogo con nosotros, ha tenido espacios con Centroamérica, este proceso empezó con una visita mía, luego el secretario de Gobernación con el vicepresidente [Joe] Biden. Sí es un proceso de diálogo donde EU está en la mesa y participa con lo que les toca a ellos.
¿Ha hablado con el secretario de Estado, John Kerry, del tema y qué preocupaciones le ha expresado en este caso?
Kerry tuvo encuentros con países centroamericanos poniendo énfasis en la parte que tiene que ver con el tráfico de Centroamérica a Estados Unidos, hemos tenido reuniones con el Departamento de Estado, pero no ha habido un encuentro con Kerry para este tema.
¿Les han expresado en sus reuniones diplomáticas la preocupación de la actuación en México de pandillas delincuenciales como la ‘Mara’?
Expresan la necesidad de que nos coordinemos, que la vertiente transnacional que tiene la actividad la podamos enfrentar juntos. De hecho, lo dijo el Procurador [Jesús Murillo Karam] que se reunió con [Eric] Holder; también México y EU coordinarán esfuerzos. Lo que ha habido es un diálogo amplio con diferentes autoridades, es un espacio de coordinación entre las autoridades de México y todos en el ánimo de proteger, desde el combate delincuencial, de fortalecer instancias de salud, albergues, de fortalecer el intercambio consular de un tema que ya veníamos atendiendo, pero que hoy se manifiesta con una cara distinta.
Se ha hablado de que, para atender este fenómeno de la crisis migratoria que desató el incremento del flujo con especial énfasis en el tema de los niños, hay que tener una responsabilidad compartida entre países expulsores, de tránsito y destino. ¿Usted cuál piensa que es la responsabilidad de cada uno de estos países?
Yo creo que este no es el debate que más ayuda a enfrentar la problemática que estamos viviendo, más allá de una reflexión de responsabilidades, bajo la premisa de que las tenemos todos, lo que se ocupa ahorita es primero de generar un espacio de atención de corto plazo respecto del niño o niña que migra, más allá de unas definiciones políticas de un deslinde de responsabilidades puntuales, lo primero que tenemos que hacer, entre todos, es generar condiciones que nos permitan atender la coyuntura en materia de darles atención a los niños. Yo creo que el anuncio que el Presidente hiciera el lunes y donde estaban involucrados desde las autoridades de Salud y Desarrollo Social, se anunció la construcción de albergues del DIF y en donde se habló de la coordinación consular, lo que pone de relieve una primera reacción en donde los países están poniendo lo mejor de sí en todos sus temas para atender el fenómeno de los niños que están migrando no acompañados.
Ya en un segundo momento toca hacer una reflexión de cómo podemos generar mejores condiciones de paz, inclusión y prosperidad en la frontera sur y Centroamérica, cosa que estamos haciendo desde el inicio de esta administración y de mucho tiempo atrás. El tema es estructural, porque es un tema que está en el diálogo permanente entre Centroamérica y México, el tema de atención a niños migrantes es un tema que ha estado permanentemente en la atención nuestra, cambió la escala y necesitamos una respuesta a esta escala diferente.
¿Cuál es su reacción respecto a dos cosas: el anuncio de mayores recursos para fortalecer la frontera desde un punto de vista policial, y la segunda, la petición que tienen Texas, Nuevo México y Arizona de reforzar esa zona con integrantes de la Guardia Nacional?
El deseo de construir una región norteamericana próspera, dinámica, exige que veamos en la frontera un espacio de ventaja competitiva y que en consecuencia busquemos hacer de ella un espacio donde se privilegie la logística, ciertamente donde contemos con adecuados espacios de seguridad, pero nosotros pensamos que la frontera entre México y EU es una, por la que pasa 70% de nuestro comercio que genera empleos aquí y allá, y por donde todos los días transitan 350 mil vehículos y donde hay más de un millón de cruces todos los días y en la que cada uno de sus intercambios se han producido en un espacio de responsabilidad compartida, exige un enfoque de desarrollo de la frontera mucho más amplio que la visión de seguridad. Sí pensamos que este fenómeno que estamos viendo claramente, la estructura de atención es insuficiente y vemos con gusto la voluntad de Estados Unidos de fortalecer, pero la visión de frontera debe ser amplia, que recoja, como hemos dicho otras veces, que la frontera de México y Estados Unidos hoy implica para los dos países espacios de prosperidad compartida.
¿México se ha convertido en una opción para los migrantes?
México es un país que tiene cuatro condiciones en el tema migrante y por eso nuestra labor en los foros multilaterales es importante y es tomado en cuenta. México es un país que lo fue por mucho tiempo de origen, hoy es también de destino, es un país que recoge al migrante que retorna. Lo dijo también el secretario de Gobernación que se han hecho esfuerzos en programas específicos, como el de Somos Mexicanos que se anunciara el año pasado y a través del cual se ha brindado apoyo a 40 mil mexicanos que retornaron y es un país de tránsito, esto le da una gran complejidad a nuestro tema de política migratoria y refleja que el fenómeno tiene diferentes aristas y somos de los pocos países en donde se combinan las cuatro condiciones.
Lo anunciado por el presidente Enrique Peña Nieto el pasado lunes ¿da una imagen al exterior de que México ha cambiado su política de contención migratoria a una de mayor permisividad?
No, yo creo que el Presidente fue muy claro al señalar que la política lo que busca es ordenar los flujos migratorios en beneficio de darle al migrante mejores espacios de seguridad. Lo que México hace con las políticas públicas que se fomentan es reconocer que en beneficio del migrante, de los centroamericanos y en beneficio de México, es lo que mayor seguridad le provoca al migrante y es lo que mejor nos permite respetar su derecho humano, su derecho laboral y reconocer la participación que tiene en la economía mexicana.
Usted ha dicho que ha sido secuestrada la reforma migratoria por los grupos políticos en Estados Unidos, ¿de qué manera aumenta la presión a México al no cumplirse la reforma migratoria en medio de la crisis que se experimenta?
Este no es un tema que se ha centrado en México, tiene que ver con el fenómeno de migración de Centroamérica a Estados Unidos, el debate de migración de México y Estados Unidos es un debate importante en donde México ha exigido que se reconozcan sus derechos laborales, humanos y la aportación del migrante a la economía. México ha estado cerca de sus migrantes para brindarles apoyo en información en ese debate, en donde México le dio la bienvenida al esfuerzo que estaba haciendo el presidente [Barack] Obama y a la iniciativa que aprobó el Senado, todo eso permanece en la misma lógica. México sigue pensando que el debate es importante, sigue pensando que al centro del debate debiera estar el reconocimiento del migrante y su aportación, su derecho humano y laboral; sigue pensando que la acción legislativa que se aprobó en el Senado fue valiosa, sigue dando apoyo a sus comunidades de migrantes y sigue brindando información para el debate. Lo que también trascendió en días pasados es que la Cámara Baja había decidido no agendar el tema, de ahí la preocupación de que ese tema donde todo esto está en juego pues no está avanzando, porque se ha politizado el debate allá.