Marco Antonio Rodríguez tuvo un buen trabajo en general pero se quedó corto al momento de sacar las tarjetas, algunas por simulación para Brasil y otras por agresión para David Luiz y Klose.
Afortunadamente, Marco no tuvo ningún problema, el marcador le facilita el trabajo y solo tenía que sancionar las pocas faltas que se existieron en el partido.
Durante los primeros minutos del encuentro, fiel a sus estilo, comenzó un tanto quisquilloso y dejó claro que no iba a permitir el juego brusco.
Apenas al segundo 15 retrasó un saque de esquina favorable a Brasil para calmar los empujones dentro del área alemana. No obstante, Chiquimarco no se percató de un codazo de David Luiz al minuto 13 sobre Klose, y tampoco vio la patada del alemán sobre el brasileño, poniendo así una mancha en su trabajo, ya que se trató de claras agresiónes.
Sólo cinco minutos después se formó un conato de bronca por una jugada en la que Boateng consideró que Marcelo se dejó caer para buscar un penal, el silbante sólo habló con los jugadores para bajar los ánimos.
Ya con un aplastante 5-0 a favor de los alemanes, Rodríguez mantuvo el juego bajo control luego de que David Luiz le cometiera una dura falta a Müller, y le advirtió al brasileño que a la próxima le sacaría la preventiva.
Marco Antonio Rodríguez no cayó en los múltiples clavados que se tiraron los brasileños y mantuvo la tendencia de no amonestar ante la simulación de faltas a pesar de los fuertes reclamos de los germanos. El central estuvo siempre cerca de las jugadas, lo que facilitó su labor, aunque se reservó un par de tarjetas amarillas, una para Schürrle por un pisotón sobre Marcelo y una para Ramírez, que dio un puntapié a Neuer, también se le escapó sacarle la roja a David Luiz, por dar un par de codazos.