Durante el ciclo escolar 2013-2014, en la Escuela Secundaria Camilo Arriaga (ESCA) han florecido el desorden y la corrupción, atribuibles, según quejas de un docente, al director del plantel, Juan José Cervantes Acosta, quien, entre otras irregularidades es señalado como la persona que obsequiara calificaciones aprobatorias a alumnos que no han acreditado materias o que han sido suspendidos de las mismas por indisciplina.
Las irregularidades descritas por el profesor Grimaldo, abarcan también el ocultamiento de los destinos que se dan en el plantel de la Escuela Secundaria Camilo Arriaga a los recursos generados por el concepto de inscripciones, por un monto aproximado de 160 mil pesos.
El desorden y la indisciplina, asegura el catedrático, se han entronizado por la permisividad del directivo, por la ausencia de un plan de trabajo y los constantes roces de éste con el resto de los profesores, mermando la autoridad de los maestros con llamados de atención en los proliferan maledicencias, malos tratos y amenazas.
Ha llegado, asevera el profesor Grimaldo, al grado de que en las asambleas y juntas de la Asociación de Padres de Familia, de manera insólita, azuza a éstos para que a su vez presionen y maltraten a los docentes, en especial cuando se ven orillados a imponer medidas disciplinarias.
Actuando antipedagógicamente, el directivo que se precia de contar con el respaldo incondicional del profesor Rafael Turrubiartes, director del SEER, Cervantes Acosta giró la orden de que todos, absolutamente todos los alumnos, en la independencia de cada caso, obtengan notas aprobatorias.
Según el profesor, habría alguna responsabilidad del director Cervantes Acosta, en los daños infligidos por desconocidos a un vehículo automotor de su propiedad y asentó que lo hará responsable por los daños ocasionados, así como por lo que pueda ocurrir a su persona.