Y ya tenemos la mitad…

No sería justo decir, “haiga sido como haiga sido” pero
ya tenemos reforma de los sectores de Telecomunica-
ciones y Radiodifusión, así sea con las salvedades del proceso en la Cámara de los Diputados. El gobierno ha cruzado ya otra de las aduanas autoimpuestas en su programa reformista. El conjunto de las comunicaciones ya ha sido modificado. Lo siguiente es cosa de ajustes, no de sustancia.
Quizá el complemento necesario deba ser una nueva Ley Federal de Radio y Televisión. La actual, chueca y plagada de inconsistencias, y lo peor, desatendida e invisible en el comportamiento de los concesionarios, sin una autoridad capaz de aplicarla, proviene de los tiempos del duopolio, no de la competencia anhelada con estas reformas. Pero para eso se deberá esperar, quizá el sueño de los justos.
—¿Cuáles son los cambios más notables tras el trabajo legislativo en el Senado? Pues éstos son algunos:
La eliminación de los cobros por Larga Distancia fija y móvil, lo cual implicará un ahorro anual de cerca de 22 mil millones de pesos a partir del 1 de enero de 2015.
La ampliación del servicio de “Roaming” para conectar áreas de servicio automáticamente y sin cobranza por parte de los concesionarios preponderantes. O preponderante, pues sólo hay uno.
Establecer derechos de los usuarios y las audiencias, entre los cuales se pueden mencionar éstos:
La posibilidad de cancelar el contrato celebrado con los operadores en caso de cambios en las condiciones originalmente contratadas; trasladar gratuitamente el número telefónico a otra empresa en 24 horas; recibir los servicios con la calidad contratada; exigir el cumplimiento forzoso y cancelar el contrato sin penalización, cuando así convenga; cancelar contratos o paquetes de forma anticipada, sin penalización; consultar gratuitamente el saldo de los servicios móviles de prepago; no recibir llamadas sobre la promoción de servicios o paquetes, excepto con autorización expresa; transparentar en los contratos de servicios móviles el costo de los servicios y el costo del equipo.
Para las audiencias (radio y TV) se crea la figura del defensor de las audiencias (responsable de dar seguimiento a las quejas, sugerencias y peticiones de los usuarios)  y se fortalece el derecho de libertad de expresión, al acceso irrestricto a los servicios de telecomunicación.
Para las audiencias con alguna discapacidad se establece la obligación para los concesionarios de implementar el servicio de “close caption”, con doblajes al español o lengua de señas mexicana en algún segmento de al menos el programa noticioso de mayor audiencia.
La Profeco y el Ifetel podrán sancionar al concesionario incumplido ante el estándar de calidad y tendrán un mecanismo para restituir a los usuarios afectados. La Profeco tendrá un órgano especializado encargado de recibir quejas y atenderlas.
La Ley establece una nueva regulación para prestar a través de una concesión única todos los servicios de telecomunicaciones que la tecnología permita, para ofrecer triple y hasta cuádruple plan. En caso necesario los concesionarios deberán acceder a las licitaciones correspondientes.
Se establecen diversos capítulos para regular a los concesionarios cuyo tamaño en el sector afecte la libre competencia y concurrencia (preponderantes) o imponga  barreras a la competencia en un mercado relevante (poder sustancial). También se permitirá a las personas físicas o morales no concesionarias comprar capacidad al mayoreo a los concesionarios para luego revender los servicios. A ese negocio “Puri” le llamó ganarse la lotería.
Se establece un régimen para imponer fuertes multas a través del Ifetel a quienes incumplan con el catálogo de obligaciones establecidas en la Ley para cada uno de los servicios en los sectores de telecomunicaciones y radiodifusión, y determina las sanciones de acuerdo con los ingresos brutos generados en el año inmediato anterior. Los porcentajes máximos llegan hasta el 10% de los ingresos.
Se regulan con claridad a las concesiones sociales, indígenas y comunitarias, para promover su cultura, identidad, costumbres y lenguas. Para ellos las concesiones de telecomunicaciones serán gratuitas.
Así se amplía la cobertura Social y de servicios de telecomunicaciones en zonas rurales.
Se permitirá la multiprogramación en los canales concesionados, para una mayor oferta de contenidos.
Se establecen facultades para la imposición de sanciones, cuyas decisiones no serán suspendidas durante eventuales juicios de amparo; se permite la inversión extranjera al 100% en telecomunicaciones y 49% en radiodifusión y se establecen medidas específicas para evitar actos de discriminación, especialmente por género.
Además se licitarán dos nuevas cadenas de televisión con cobertura nacional.
Las empresas de televisión de paga quedan  obligadas a transmitir, sin costo adicional, la señal de las televisoras abiertas mientras las televisoras abiertas deberán permitir sin costo el uso de su señal a las empresas de televisión de paga.
Y hay más, como la expansión y gratuidad de la red de internet en espacios públicos, pero por ahora el espacio se ha terminado.
Por eso Emilio Gamboa, líder del PRI en el Senado, dijo: esto no les gustó a los concesionarios ni de uno ni de otro grupo. Es verdad.
Se incorpora René Hernández Cueto al equipo de Comunicación Social del gobierno Federal en la Comisión Nacional de Seguridad bajo el mando de Monte Alejandro Rubido (PFP).
Hernández fue responsable de la buena construcción de imagen de Miguel Ángel Mancera cuando éste fue Procurador General de Justicia del DF y en su paso por el Senado de la República dejó muestras de su alta capacidad.
También el área de la comunicación se enriquece en el sector agropecuario con Javier González Rubio en la Financiera Rural. González Rubio fue secretario del Conaculta y en tiempo de Ernesto Zedillo ocupó la Dirección de Información de la Presidencia de la República, entre otros cargos. Hombre culto y discreto con enorme capacidad de trabajo.
El grito cuya sonoridad ofende a la FIFA y a los lectores de Monsiváis debería ser entonado a coro por todo mundo en contra del alevoso y ruin jugador colombiano, Camilo Zúñiga, cuya traidora entrada con la rodilla en el sacro le partió el espinazo a Neymar.
No fue un asunto de arbitraje, era cosa de Ministerio Público