Ultimamente, sobre todo entre los funcionarios que
aspiran a otro cargo público de elección popular se ha
casi generalizado la frase “no estoy fuera de la ley” para justificar muchas actividades encaminadas a preparar su próxima campaña electoral. Y esto sucede en toda la república ya que quienes ostentan hoy un cargo público quieren seguir en otro, pero a expensas del que hoy ostentan.
Claro que para ello solicitaran licencia a pesar de que fueron electos por un periodo determinado, claro no estarán fuera de la ley pero es inmoral; así mismo para quedar bien con el partido político que pretenden que los respalde con la postulación, pintarán todo lo que esté a su alcance, si son presidentes municipales del color del partido con el que quieren quedar bien, ya sea postes, barandales, banquetas y hasta en las comidas que les organicen, ordenarán que la mantelería sea del partido que quieren llamar la atención, bueno y no están fuera de la ley como en muchas ocasiones lo expresan.
Y es cierto los reglamentos no se los prohíben pero si es una inmoralidad incluyendo los discursos de los legisladores que también quieren quedar bien con la supuesta ideología de partidos políticos que usarán de trampolín para el siguiente cargo.
Tampoco estarán fuera de la ley pero también es inmoral el que pavimenten y pinten solo las calles principales de sus pueblos dejando abandonada al resto de la población, al fin y al cabo el presidente del partido que los va a postular nunca se mete a calles apartadas.
En concreto, la simulación de obras, de beneficios supuestos para buscar un nuevo cargo es inmoral.
Engañan al votante con supuestos comedores para quitar el hambre de los ancianos, pero solo es una simulación y esto es una asquerosa inmoralidad, simular abastecimiento de agua para todo el que la necesite cuando esto no es cierto, no es ilegal pero si totalmente inmoral. Tratar de competir demencialmente como si se tratara de una justa deportiva y no de la administración pública de un pueblo, esto también se califica de inmoral. Y esto hacen muchos presidentes municipales en la república y muchos legisladores que buscan el voto de la ciudanía en el 2015.
El Artículo 114 de la Constitución de la República expresamente limita la difusión de la imagen de quienes manejan el presupuesto público e inmoralmente sobre todo presidentes municipales del país tratan de simular rodeándose de la población a la que le entregan la obra pública o colocan la primera piedra, pero siempre permaneciendo en el punto sobresaliente de la fotografía y eso es inmoral, pero lo hacen.
Hoy la población ha demostrado que ya no puede con tanta inmoralidad de los funcionarios públicos, la población ya sabe que están para servir, que son servidores públicos, no dioses a los que hay que adorar.
Cuando se les pregunta si hay conflicto de intereses entre sus actividades proselitistas y sus responsabilidades públicas se encolerizan, se indignan, personalizan la pregunta y como si fuera un reto a duelo denuncian intrigas contra ellos fraguadas desde las cloacas de la política y dicen que la pregunta responde a una campaña de desprestigio organizada en su contra. Prohíben que el periodista atrevido e insolente, vuelva a ser invitado a un acto en donde ellos estén y ordenan a su jefe de prensa para que hable con el director del medio y de inmediato, después de comprarle una buena cantidad de publicidad, ponga de patitas en la calle a aquel periodista que lo puso en evidencia. Esto también es otra de inmoralidad de lo más terrible, pero sucede con mucha frecuencia.
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