Roger Federer jugará su novena Final de Wimbledon con la intención de levantar el título por octava vez en su carrera y convertirse en el máximo ganador del torneo en la historia, incluidas la Era Amateur y la Era Open.
El nacido en Basilea hizo de Wimbledon su segunda casa en la última década al ganar el torneo siete veces, pero aún comparte la cima en el total de trofeos con el estadounidense Pete Sampras y el británico William Renshaw (Era Amateur).
Federer ganó su primer título como cuarto sembrado en 2003 y, si vence a Djokovic el domingo, ganaría el octavo también como el número cuatro en la preclasificación del certamen.
«Éste es sólo uno de sus siete (de Pete Sampras). Estoy muy lejos. Sólo estoy feliz de estar en la pared (de los Campeones) con muchos de mis ídolos», dijo Federer a sus 21 años, tras estrenarse como Campeón en el césped del All England Club.
Aquella vez se impuso a un jugador que ni siquiera figuraba en la lista de preclasificados y que intentaba relanzar su carrera luego de sufrir varias lesiones: el australiano Mark Philippoussis, quien le sacaba cinco años de ventaja en edad al helvético. «El futuro ha llegado este día», comentó Boris Becker, tres veces ganador del torneo, después de la victoria de Federer sobre Philippoussis. El ex tenista estará el domingo en la grada de la cancha central, pero no en apoyo al suizo, sino a su pupilo Djokovic.
Más de una década después, Federer se medirá al número dos del mundo y primero en la siembra, con un largo camino recorrido y sin la cola de caballo que lucía en sus años mozos sobre las canchas. Esta vez el jugador más veterano es el suizo, que le saca cinco años al balcánico.