Con escándalos por extorsiones, descalificaciones, corrupción, divisiones y agresiones, el PAN suma ahora el foco de atención en las actitudes que toman algunos de sus militantes que no abonan a la mejora de la imagen partidista.
Si bien los temas de corrupción interna, espionaje entre la militancia y descalificaciones entre sí, amortiguaron su avance una vez que concluyó el proceso electoral del PAN el pasado 19 de mayo, recientemente, en pocos días, tres hechos pusieron nuevamente al blanquiazul en la mira.
Primero fue el senador de Jalisco, José María Martínez Martínez, quien levantó la polémica al encabezar la recién creada Comisión Ordinaria de la Familia y el Desarrollo Humano, en laCámara Alta. El tapatio se develó como un ferviente opositor a la unión legal entre homosexuales y al aborto.
Dijo que su labor será defender y proteger el concepto de lo que es la familia tradicional.
El segundo hecho se cimenta en el estado de Jalisco, en donde un grupo de jóvenes dirigidos por Juan Barrera Espinosa —recientemente afiliado al PAN— se declaró “neonazi”, igualmente defensores de la familia tradicional y fervientes admiradores de Adolfo Hitler.
En abono a la lista, dos altos funcionarios de la delegación Benito Juárez en la ciudad de México, muy cercanos al delegado panista Jorge Romero y quienes operaron a favor de la campaña de Gustavo Madero en la capital del país, fueron detenidos en el Mundial de Brasil acusados de manosear a una mujer y golpear brutalmente al marido de ésta. Ellos son Sergio Israel Eguren Cornejo y Rafael Miguel Medina Pederzini. Ellos están detenidos y el proceso judicial está en curso.
Para colmo, el PRI de Aguascalientes denunció penalmente al senador panista Martín Orozco Sandoval por utilizar la bandera de México como mantel en un convivió de futbol, que se difundió en las redes sociales.
El líder estatal del PRI, Guadalupe Ortega Valdivia, explicó que la denuncia en contra de Orozco Sandoval se formalizó ante la Procuraduría General de la República (PGR) por uso inadecuada de la bandera.
Militantes de escándalo
Los temas internos, coincidieron los analistas José Antonio Crespo (Centro de Investigación y Docencia Económicas, CIDE) y Víctor Alarcón (Universidad Autónoma Metropolitana, UAM), son el mayor problema que enfrenta el partido que no ha podido superar sus divisiones.
El problema, aseguró Crespo, es que no ha existido la prometida operación cicatriz para dar cabida a todos los panistas en el mismo proyecto.
En el caso de escándalos, como el de los jóvenes neonazis, de los panistas detenidos en Brasil y del senador Martínez, aseveró, son hechos que cometen los militantes de manera individual y de los cuales el partido debe deslindarse.
“Todos los partidos tienen militantes y miembros que generan escándalos, ahí está el PRD, por ejemplo, con el caso de Purificación Carpinteyro; lo del PRI con Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre. A todos los partidos les ocurre que tienen escándalos de sus militantes en lo individual”, consideró.
El problema, añadió Crespo, es que en este caso el PAN no haga algo al respecto. Lo que tiene que hacer el partido, sugirió, es deslindarse para no asumir el costo político de este tipo de cosas, aunque algo les queda porque se trata de sus militantes.
En el caso de los panistas detenidos en el Mundial de Brasil, el dirigente nacional de Acción Nacional, Gustavo Madero Muñoz, declaró que antes de fijar una posición final, requiere saber si la acusación es cierta. Aunque sí repudió el hecho del presunto manoseo.
Frente al tema de los neonazis, fue el secretario nacional de Acción Juvenil, Everardo Padilla, quien a nombre del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN se deslindo de éstos e, incluso, hoy día, Juan Barrera Espinosa enfrenta un proceso de expulsión.
Sobre el tema del senador José María Martínez Martínez, el CEN no ha expresado comentario alguno. El legislador albiazul, quien es vicecoordinador del PAN en el Senado de la República, se deslindó de Madero Muñoz durante la campaña interna y manifestó su apoyo para Ernesto Cordero Arroyo.
El catedrático de la UAM, Víctor Alarcón, opinó que los recientes escándalos panistas son expresiones aisladas, individuales y debe ser la dirigencia panista la que analice y, en su caso, descalifique y sancione, en las situaciones que sea necesario.
“Este tipo de casos surgen no sólo en el PAN, sino en todos los partidos y corresponderá a los propios militantes determinar la sanción si es que la gravedad del asunto compromete la imagen pública del organismo”, mencionó.
Sin operación cicatriz
El hecho de que la dirigencia nacional del PAN no lograra unificar el voto para la legislación secundaria en telecomunicaciones, refleja que la división interna continúa y ello, por una inexistente operación cicatriz, coincidieron los analistas.
“No hubo operación cicatriz. En la Comisión Permanente del PAN, prácticamente hay pura gente de (Gustavo) Madero Muñoz. Creo que no se ha resuelto el problema de la cicatrización y eso sí, producto de las desuniones, existe el conflicto interno, lo que va minando la imagen al PAN”, señaló José Antonio Crespo.
El problema del PAN, indicó Alarcón, es que sigue sin trazar una posición unificada respecto de temas trascendentales para el país, como fue telecomunicaciones.
“El resultado de la elección interna no generó una expectativa de reconciliación o acuerdo entre los grupos que siguen manifestándose como expresiones de la mayoría y la minoría”, expuso.
Alarcón detalló que de seguir el desacuerdo interno en el PAN, se reflejará en los comicios federales de 2015, para los cuales se deberá elegir a candidatos para distintos puestos de elección popular.
Sugirió que de continuar la tensión entre el denominado grupo “calderonista” y el de Gustavo Madero Muñoz, la dirigencia considere en imponer sanciones ante el distanciamiento de su militancia frente a la línea partidista.