El Ministerio de Exteriores de Rusia condenó la escalada militar en el este de Ucrania y el supuesto uso de municiones de racimo por parte de las tropas ucranianas contra los rebeldes prorrusos.
En un comunicado, la cancillería rusa denunció que Kiev intensificó la operación militar contra los independentistas del este de Ucrania después de realizar consultas con representantes de la administración de Estados Unidos.
Relacionó el uso de la fuerza en el sureste del país con las consultas telefónicas que ha mantenido el presidente de Ucrania, Piotr Poroshenko, con el vicepresidente estadunidense Joe Biden.
«Conviene destacar el hecho de que la retórica belicista de las autoridades ucranianas y la operación militar en el este de Ucrania se intensificaron después de que el pasado 3 de julio el presidente ucraniano Petró Poroshenko celebrara conversaciones telefónicas con el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden».
Asimismo, atribuyó dicha escalada a los contactos entre el ministro de Exteriores ucraniano, Pavló Klimkin, con su homólogo británico, William Hague.
El Ministerio de Exteriores subrayó que los intentos de Kiev de resolver los problemas solo por la fuerza, a través de ultimátums y nuevas demandas, contravienen la declaración de los ministros deAlemania, Francia, Rusia y Ucrania en Berlín, y llevan al derramamiento de sangre y a nuevas víctimas.