Ilustran con exposición la obra de Quentin Blake

El ilustrador británico Quentin Blake, conocido mundialmente por traer a la vida a Matilda o al Willy Wonka de Charlie y la fábrica de chocolate, ha cumplido por fin su sueño de dedicar una galería al arte del dibujo.

La Casa de la Ilustración, situada en un viejo edificio restaurado del barrio londinense de King’s Cross, se ha inaugurado esta semana con una exposición del artista, «Inside Stories», donde revela por primera vez el proceso de crear algunos de sus personajes más emblemáticos.

Repartida en tres salas, la muestra, abierta hasta el 2 de noviembre, expone bocetos y apuntes de Los Cretinos, Danny el campeón del mundo, ambos de Roald Dahl, o Clown, un conmovedor cuento sin palabras del propio Blake en que un payaso de juguete devuelve la sonrisa a una madre soltera en dificultades.

También se relata la historia del maravilloso El libro triste, de Michael Rosen, en que este autor inglés cuenta para un público joven su experiencia al perder a su hijo Eddie, de solo 18 años.

«Este soy yo cuando estoy triste», escribe Rosen en la primera página del libro, debajo de una imagen suya dibujada por Blake que, en palabras del artista, «combina la alegría con la desesperación».

Blake, de 81 años, se encargó de inaugurar la Casa de la Ilustración, un proyecto que llevaba años fraguando junto con otros conocidos ilustradores como Lauren Child, la creadora de Charlie y Lola, y el experto en educación y cultura popular Christopher Frayling.

Según Claudia Zeff, colaboradora de Blake y comisaria de «Inside Stories», la nueva galería de interior luminoso pretende «celebrar el dibujo en todas sus formas» , desde el de moda, arquitectura, historia natural, técnico, de reportaje, publicidad o cómic.

«Tenemos la sensación de que hay una jerarquía invisible en el mundo del arte que diferencia entre el arte puro y el aplicado, las bellas artes y el arte comercial o el dibujo y la pintura, y estamos aquí para restablecer el equilibrio», comentó.

La ilustración, añade, «es una forma artística elocuente y accesible, es la primera arte visual a la que se expone a los niños y es tan central en todos los aspectos de la vida que consideramos que merece un lugar propio».

La galería, al lado de la prestigiosa universidad Central Saint Martin’s de arte y diseño, pretende no solamente mostrar el dibujo en su variadas expresiones sino también educar a las nuevas generaciones, para lo que prepara un nutrido programa de colaboración con escuelas.

Después de la exposición de Blake, de noviembre a marzo de 2015 se dedicará una a la pintora e ilustradora portuguesa Paula Rego y al francés Honoré Daumier (1808-1879), quienes, pese a vivir en diferentes épocas, comparten motivos y enfoques.

Posteriormente, habrá otras muestras dedicadas al mundo de la moda, al dibujo publicitario, al arquitectónico y a las viñetas de la prensa, siendo la sátira otro campo en el que el Reino Unido ha dado grandes creadores.

Para Blake, la ilustración, que por definición es un dibujo hecho por encargo para acompañar un texto, es una manera de representar el mundo muy ligada a la imaginación.

«La esencia de dibujar es imaginar lo que estás dibujando» , dice y confiesa que le complace retratar a gente «sucia y asquerosa», pues tienen «muchos rasgos» sobre los que trabajar.

En «Inside Stories» puede verse cómo, para dibujar la vivienda de Los Cretinos, se inspiró en los campos de concentración nazis, si bien nunca se basó en imágenes reales, pues siempre dibuja «de memoria y con la imaginación», pero no de la realidad.

Para cada trabajo, Blake decide qué tipo de pluma, lápiz, tinta o pinturas utilizará, a fin de crear el ambiente adecuado y transmitir aquello que la narración quiere encapsular, y realiza bocetos «para ver cómo interactúan los personajes», explica.

«Es como dirigir una obra de teatro, donde además te toca diseñar el decorado e interpretar todos los papeles», asegura el consagrado artista, condecorado en 2013 con el título de «sir» por la reina Isabel II por sus «servicios a la ilustración».