El primer ministro de Irak, Nouri al-Maliki, ofreció hoy una amnistía a las tribus sunitas que lucharon contra el gobierno al lado de los yihadistas, pero excluyó a aquellos que han matado o derramado sangre.
En un discurso televisado difundido por la cadena estatal Iraqiya, al-Maliki anunció que su gobierno no excluirá a nadie salvo a aquellos que han matado y derramado sangre, sin embargo se desconoce cuántas personas podrían beneficiarse con esa amnistía. «Damos la bienvenida a todos los clanes sunitas que se alzaron en armas» que muestren su arrepentimiento sobre su ofensiva, sostuvo.
Según analistas, citados por la cadena Al Arabiya, será necesaria alguna forma de reconciliación política para convencer a los árabes sunitas de dar la espalda a los yihadistas para unirse a un gobierno al que acusan de marginarlos.
Al-Maliki subrayó que la prioridad de hoy es la seguridad, la protección, la economía y preservar la identidad e integridad territorial de Irak, amenazada por la ofensiva del yihadista Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) .
Aseguró que la búsqueda de una solución política a las diferencia entre las facciones no es tan importante o urgente como luchar contra la insurgencia sunita, dirigida por el EIIL. La oferta de Maliki se produce un día después de que fracasó una sesión parlamentaria en la que debía iniciar un proceso de formación de gobierno.
