El sacerdote Alejandro Solalinde Guerra cuestionó la detención del ex vocero de las autodefensas de Michoacán, José Manuel Mireles.
Dijo que la aprehensión es una «advertencia» del Estado Mexicano para los luchadores sociales y defensores de los derechos humanos, contra quienes no dudará en usar la «vieja práctica de sembrar armas y drogas del pasado régimen priísta».
«¿Quién le va creer eso al gobierno? Es conocida esa estrategia violatoria de los derechos humanos», argumentó vía telefónica.
El fundador y responsable del albergue de migrantes «Hermanos en el camino» de Ciudad Ixtepec, manifestó que el gobierno federal no cumplió con el compromiso de restablecer el orden y la tranquilidad de Michoacán una vez que las autodefensas depusieron las armas, lo que hicieron el pasado mes de abril.
Dijo que al Estado Mexicano no le interesa la lucha del pueblo; «no está por la lucha de la gente. No se sienta a platicar, no busca alternativas pacíficas, le interesa el control político».
La exhibición de Manuel Mireles rapado detrás de una reja durante su comparecencia, fue considerada por el también Premio Nacional de Derechos Humanos como un «directo mensaje del Estado autoritario» que para detener a sus enemigos «siembra armas, desprestigia y calumnia».
«Tenemos un Estado incapaz que responde con la eliminación pero no nos asustarán», aseguró el sacerdote.
Solalinde Guerra dijo sentirse con más ánimo de continuar en su lucha no armada, exigiendo mejores y más humanas condiciones para los miles de migrantes centroamericanos que cruzan el país, por lo que «no se callará ante las injusticias y violaciones del Estado Mexicano».