El ex productor de cine, sentenciado a 30 años de prisión en Nueva York, podría recibir una cadena perpetua si se lo encuentra culpable
Harvey Weinstein se encontraba el martes en ruta hacia Los Ángeles, donde deberá enfrentar un segundo proceso por cargos de violación y agresión sexual.
Weinstein, de 69 años, dejó el martes la prisión de Wende, al norte del estado de Nueva York, y fue entregado “a los responsables adecuados para ser transferido al estado de California”, indicó un portavoz de la autoridad penitenciaria neoyorquina en un comunicado.
Los abogados del acusado se opusieron durante semanas a esta transferencia, apoyándose primero por razones médicas de su defendido y luego en problemas con documentación. Pero el juez Kenneth Case rechazó sus argumentos y dio luz verde a su extradición a Los Ángeles el 15 de junio.
En marzo del año pasado, Weinstein fue sentenciado a 23 años en la prisión estatal de Nueva York luego de que un jurado de Manhattan lo declarara culpable de un acto sexual criminal en primer grado contra la asistente de producción Mimi Haley, en 2006, y de violación en tercer grado contra la aspirante a actriz Jessica Mann, en 2013.
Weinstein es acusado en California de violación y agresión sexual de cinco mujeres entre 2004 y 2013, cargos que podrían acarrearle hasta 140 años de prisión. Él niega todas las acusaciones y dice que sus relaciones siempre fueron consentidas.
A comienzos de abril, apeló formalmente su condena por violación y agresión sexual en Nueva York, impuesta en marzo de 2020 tras un mediático juicio en Manhattan que fue considerado como una gran victoria para el movimiento #MeToo. De acuerdo con sus abogados, no recibió un juicio justo y fueron violados sus derechos constitucionales.
Lauren Young, la única denunciante cuya identidad se ha hecho pública en el caso de Los Ángeles, alegó que Weinstein la atrajo a su habitación después de una reunión en el Hotel Montage en Beverly Hills en 2013, donde el magnate le agarró el pecho y se masturbó antes de que ella huyera. Young testificó contra Weinstein como testigo de “malos actos previos” en Manhattan.
