Conoce las creencias y ritos en torno al ‘Hanal Pixán’, en Yucatán

En Mérida Yucatán esta época se llena los pasillos de flores de temporada, de aromas y sabores, con todo y pandemia los habitantes realizaron sus compras y se prepararon para poner sus altares. “Se siente, huele a finados”, comenta doña Lola, mayahablante y vendedora de dulces del mercado Lucas de Gálves de Mérida Yucatán

Aquí, el “Día de Muertos” es una tradición muy arraigada entre los habitantes, y en la Zona Maya se le conoce como Hanal Pixán (También escrito Janal Pixán) que en lengua Maya significa “Comida de las ánimas”; un día en el que los yucatecos conmemoran y recuerdan de una manera especial a quienes se adelantaron.

El Hanal Pixán es más que una simple tradición, y su significado está cargado de: leyendas, creencias y ritos que, hasta el día de hoy, muchas familias yucatecas siguen respetando al pie de la letra.

EL PIB O MUCBIPOLLO

Para la época de los fieles difuntos, las familias se reúnen para recordar a las “ánimas” también conocidas en mayas como Pixanes, con la elaboración del tradicional Pib, mucbipollo o mukbilpoll. El pib es un platillo ancestral que data desde la época de los mayas, que se fue modificando a través de los tiempos, pero que en su esencia consiste en la elaboración de una especie de “tamal gigante” que suele cocinarse en hornos bajó la tierra. Se prepara con: masa, pollo, puerco, espelón, tomate, hoja de plátano y una mezcla de achiote.

En torno a este platillo yucateco, surgen diferentes creencias, como la que cuentan que, si un familiar murió recientemente, las familias tienen prohibido cocinar este platillo, ya que es una falta de respeto hacia el ánima del familiar, además de que es “malo” para su alma; de acuerdo con los abuelos, “se quemaría el cuerpo (alma)” del recién difunto.

Asimismo, se tiene la creencia que, durante su preparación, las mujeres embarazadas no deben de intervenir ni acercarse al lugar en donde se prepara, ya que se supuestamente sólo ocasionará que el Pib no se cueza.

EL HILO NEGRO EN LOS NIÑOS

Se cree que desde el día 30, 31 de octubre y 1, 2 de noviembre son los días en las que las ánimas regresan del más allá, por lo que en las familias en las que haya niños, se les debe de colocar un hilo negro a manera de pulsera, ya que se cree que sirve como una protección para los más pequeños.

Esta creencia del hilo negro es quizá una de las más arraigadas que se resiste a morir y durante las fechas del Hanal Pixán, es común ver a niños y bebés con su hilito negro en la muñeca.

Esta creencia, forma parte de la tradición; se cree que los niños son capaces de ver e incluso interactuar con las ánimas debido a que sus almas son nobles e inocentes, por lo que el pulso es una especia de protección para evitar que los malos espíritus (que también suelen llegar del más allá) se acerquen y les hagan “maldad”.

«Si, se hacen sus pulsitos, pero le tienes que hacer 9 bolitas y así funciona. Sirve, como dicen, pues porque vienen los difuntos y ellos los juegan y es su protección, eso me contaba mi abuelito”, expresó Lola Maas, habitante de Yucatán.

CASA LIMPIA

En los hogares yucatecos también existe la creencia de que en estas fechas del Hanal Pixán; no se deben de realizar labores domésticas como barrer, lavar la ropa o incluso lavar los platos, pues se cree que, si se realiza en plena temporada de esta tradición, las ánimas se encargarán de hacerlo por la familia, por lo que los creyentes recomiendan realizar todas estas actividades desde antes para la llegada de los pixanes, que la casa se encuentre reluciente.

“Mi suegro tiene 96 años y él cuenta las historias, dice que no es bueno dejar tu ropa sucia si no les estás dejando trabajo a ellos, cuando vengan van a lavar y van a hacer de todo.” Comentó Serapia Narváez, habitante Yucateca.

 COLOCAR VELAS

Finalmente, otra creencia arraigada en algunos de los municipios del interior del estado es el de colocar velas en los muros de las casas, con la intención de “guiar” a las ánimas hacia el altar, para que, en el camino, los demonios no los molesten e impidan su llegada.

Con todo y Covid y las medidas por la pandemia, los yucatecos siguen realizando sus tradiciones, han colocado altares donde instalan las fotografías de sus seres queridos, así como los alimentos y frutas que en vida disfrutaban los que se adelantaron.

En los mercados se encuentran todo lo necesario para elaborar los “mucbipollos”, o los dulces que se hacen para estas fechas como son: el de yuca, papaya, de ciricote, de nance, los de azúcar y más.