El huracán Zeta azotó Luisiana el miércoles con vientos de 175 kph, en lo que autoridades calificaron como «una marejada ciclónica potencialmente mortal», el tercer huracán que azota el estado de la costa del Golfo de Estados Unidos este año.
Los vientos extremadamente peligrosos de Zeta azotaron un tramo de la costa del Golfo desde Luisiana hasta Misisipi. La tormenta de categoría 2 igualó el récord de la mayor cantidad de huracanes en el estado en un solo año.
Zeta había cruzado el Golfo de México, intensificándose a medida que avanzaba sobre las aguas del golfo. Sus vientos lo convirtieron en un huracán de categoría 2 en la escala Saffir-Simpson de 5 escalones, dijo el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos
El gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, instó a los residentes a refugiarse, prometiendo que la ayuda de rescate y recuperación estaría disponible inmediatamente después de que la tormenta abandonara el área sureste.
Nueva Orleans detuvo los servicios de transporte y aconsejó a los residentes que viven fuera del sistema de diques protectores del estado que se trasladen a terrenos más altos. Las comunidades costeras y de baja altitud a lo largo de la Costa del Golfo del estado pidieron evacuaciones obligatorias.
Los productores de petróleo y gas han evacuado 231 instalaciones de producción en alta mar y han cerrado pozos que producían dos terceras partes del total de la zona y un 45% del gas natural.
Luisiana y Alabama emitieron órdenes de emergencia estatales y el gobierno de Donald Trump declaró una emergencia que proporciona recursos federales adicionales a Luisiana.
El camino del huracán desde México
Zeta tocó tierra en la península de Yucatán al norte de Tulum, México, como huracán de categoría 1 el lunes por la noche, lo que provocó fuertes lluvias y marejadas ciclónicas en una región azotada por Delta hace apenas tres semanas, según el Centro Nacional de Huracanes.
Se debilitó levemente a tormenta tropical, pero la madrugada del miércoles se fortaleció de nuevo.
Los preparativos para la llegada de Zeta están en marcha en Nueva Orleans, donde se han emitido evacuaciones voluntarias para áreas fuera de su sistema de diques, incluidos Irish Bayou, Venetian Isles y Lake Catherine, a partir del martes por la noche, dijo en un comunicado el gobierno de la ciudad de Nueva Orleans.
El área metropolitana de Nueva Orleans se está preparando para vientos con fuerza de tormenta tropical, fuertes lluvias e inundaciones costeras como resultado del huracán Zeta, según el comunicado.
Se anima a los residentes a recolectar suministros de emergencia, incluidos alimentos, agua y medicamentos, para al menos tres días, y la ciudad de Nueva Orleans planeaba proporcionar sacos de arena a los residentes el martes, según el comunicado.
Una buena noticia por el movimiento rápido es que las inundaciones serán limitadas. Si bien las inundaciones aún son posibles, no se esperan inundaciones catastróficas generalizadas.
El lunes, el gobernador de Louisiana, John Bel Edwards, emitió una declaración de emergencia antes de la llegada de Zeta.
Más de 1.150 miembros de la Guardia Nacional de Louisiana han sido activados y tienen una variedad de vehículos, botes y helicópteros de alta mar preparados para los esfuerzos de búsqueda y rescate, dijo el gobernador.
«Debemos arremangarnos, como siempre lo hacemos, y prepararnos para un impacto potencial en Louisiana», dijo Edwards.
Además los funcionarios de las parroquias de Jefferson y Terrebonne han emitido órdenes de evacuación obligatorias para las áreas costeras y lugares fuera de los diques principales.
Zeta estabece récords
Ha sido una temporada de huracanes muy activa con récords para Louisiana. La llegada de Zeta hace que se alcance el récord de más tormentas con nombre que llegan al estado en una temporada.
«Lo bueno y lo malo al mismo tiempo es que hemos tenido mucha práctica este año», dijo Edwards.
Zeta es la quinta tormenta con nombre, siguiendo a Cristóbal, Laura, Marco y Delta. Zeta también lleva a Louisiana a empatar con Florida (2005) con la mayor cantidad de recaladas en cualquier estado en una temporada.
«Como hemos visto en esta temporada de huracanes, una amenaza tropical durante la emergencia actual de covid-19 es un desafío, pero algo podemos manejar», dijo Edwards en un tuit.
Y el área todavía se recupera del paso de tormentas consecutivas.
A finales de agosto, el huracán Laura se convirtió en el más fuerte en llegar a Louisiana desde 1856. En ese estado y en Texas, Laura destruyó casas y estructuras a su paso y mató al menos a 25 personas.
Más de 8.000 evacuados por el huracán Laura estaban en refugios seis semanas después cuando Delta golpeó, dijo Edwards.
El huracán Delta dejó un rastro de «peligros como carreteras inundadas, líneas eléctricas caídas y vida silvestre desplazada» en todo el estado, tuiteó Edwards en ese momento.
La tormenta mató al menos a cuatro personas, generó más de 10 informes de tornados desde la costa del Golfo hasta las Carolinas y cubrió parte de Louisiana con más de 43,2 centímetros de lluvia.
«Incluso si no fue tan poderoso como el huracán Laura, fue mucho más grande», dijo Edwards sobre Delta. «Obviamente, esta fue una tormenta muy seria, muy grande y poderosa que produjo importantes daños».