El presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Manuel Castanedo de Alba, señaló que el sector que representa sigue manteniendo números rojos, sin embargo, la situación empeoró con la crisis económica derivada por la emergencia sanitaria por el covid-19, ya que no solo está paralizado el 50 por ciento de las constructoras potosinas, sino que además se dejó sin empleo a 8 mil trabajadores.
Destacó que, la reducción de las plantillas laborales en las constructoras ha sido de entre un 10 y 15%, pues dijo que los empresarios del sector han tenido que ir reduciendo la mano de obra ya que no tienen manera de cómo pagarles y las bajas se han dado en áreas como albañiles, chalanes, peones y oficiales de construcción.
Refirió que, aunque se han registrado cierres o paros técnicos, aún existen empresas de la construcción están haciendo el esfuerzo para seguir operando y mantener las fuentes de trabajo y dar cumplimiento a los compromisos.
Recordó que, la obra pública se ha detenido por completo en la entidad y lo poco que se estaba haciendo se canceló debido a la pandemia, por lo que no se tienen ingresos de este sector, y debido al retraso en la aprobación de los planes de desarrollo urbano en la capital potosina, tampoco han autorizado la construcción de desarrollos habitacionales.
Dijo que la CMIC ha estado apoyo a las autoridades de los tres órdenes de gobierno para que se dé agilidad a la autorización de algunos proyectos o simplemente apoyos económicos para poder sobrevivir.
Dijo que en la actualidad, la industria de la construcción genera más deudas que salarios, lo que está obligando a un anticipado cierre de estas empresas porque simplemente no les alcanza para pagar sueldos, servicios y obligaciones fiscales.