Jazz / Antonio Malacara

Ciudad de México. Muy probablemente el nombre de Mario Contreras no resulte familiar entre las nuevas generaciones de jazzistas y jazzófilos en este país pero, sin la menor duda, se trata de uno de los más grandes trompetistas que ha parido México, quien después de una larga y fructífera trayectoria falleció el pasado 27 de agosto, a la edad de 86 años.
Mario Contreras, hermano menor de Tino Contreras, cansado y triste por la muerte de su esposa, decidió abandonar el ajetreo de la Ciudad de México hace 12 años y regresó al terruño de Ciudad Juárez. En 2009 se incorporó como director de la banda municipal.
“Principalmente se dedicaba a la banda –comenta su hija Patricia–, pero la trompeta era su vida y hubo varias veces en los últimos años que aquí en Juárez tocó jazz con grupos pequeños, locales, con compañeros que lo invitaban a trabajar con ellos.”
Mario Contreras González nació el 5 de julio de 1934 en Chihuahua capital, pero siendo él muy pequeño la familia se mudó a Ciudad Juárez y ahí creció y estudió música hasta 1954, cuando se trasladó al Distrito Federal, donde casi de inmediato encontró un atril estelar en las orquestas de Luis Arcaraz y de Pablo Beltrán Ruiz.
“Pablo Beltrán admiraba y quería mucho a mi papá; de hecho, en 1958 él fue su padrino de bodas con mi mamá –continúa Paty Contreras–. Poco más tarde trabajó con la orquesta de Pérez Prado.”
Al comenzar la década de los 60, cuando todavía tocaba en el célebre club de jazz Riguz, el cuarteto de Tino Contreras fue contratado para tocar a Atenas, Grecia. En su autobiografía, el recientemente fallecido Víctor Ruiz Pazos (La Jornada 13/7/2020) escribió:
“Era un contrato de dos meses en el Acropole Palace Hotel, pues después de nuestra participación en el Festival de Jazz de Evansville, un año antes, se había corrido la voz de nuestra existencia a través de los periódicos especializados.
Firmamos el contrato y nos fuimos a Grecia Ildefonso Zúñiga (piano), Mario Contreras (trompeta), Víctor Ruiz Pazos (contrabajo) y Tino Contreras (batería). Esto sucedió en noviembre de 1961. Era un viaje emotivo e inquietante.