Horry, Fisher, Kobe… Los Lakers, sobre la bocina en los playoffs

Sobre la bocina. Ahí es donde somos testigos de la verdadera magia que esconde la NBA. Los momentos más increíbles y emocionantes del baloncesto se viven en esos finales apretados en los que una estrella o un invitado de lujo saca a relucir de manera tan inopinada como merecida un ramalazo de talento, sabiduría y suerte que decide partidos e incluso campeonatos. A lo largo de la historia, esos famosos buzzer beaters han sido el pan de cada día de la mejor Liga del mundo, que los ha alimentado hasta la saciedad creando una narrativa solo comparable a esos increíbles lanzamientos que dejaban al aficionado con la boca abierta y al rival con la mirada bajada. Ahí es donde se han disputado algunas de las jugadas más icónicas de siempre, como el tiro ganador de Kawhi Leonard para eliminar a los Sixers que permitió a los Raptors avanzar en la que sería el primer anillo de su historia. O, más recientemente, ese triple de Luka Doncic en Clippers que complicaba la vida a unos Clippers que se han movido por el alambre y han acabado despidiéndose antes de tiempo.
Son muchas esas canastas a lo largo de la historia, como también para un equipo sin el que sería imposible entender la competición norteamericana: Los Angeles Lakers. Anthony Davis sentenciaba a los Nuggets con un triple que dejaba la eliminatoria 2-0 y a los de Mike Malone con tres palmos de narices.