- Fueron el pináculo de la habilidad en ingeniería, arquitectura y belleza artística de la antigüedad. Individualmente, las Siete Maravillas del Mundo Antiguo pueden considerarse logros arquitectónicos asombrosos o maravillas de la imaginación y la ingeniería humanas.
Juntas forman una guía de viaje antigua que desafía las limitaciones del tiempo y, literalmente, alcanza los cielos. Una pirámide, un mausoleo, un templo, dos estatuas, un faro y un jardín casi mítico… aunque la mayoría desapareció demasiado pronto. La última en completarse, el Coloso de Rodas, se mantuvo en pie durante menos de 60 años y una de ellas, los Jardines Colgantes de Babilonia, posiblemente nunca existió. Las Maravillas continúan capturando la imaginación.
Además, sentaron las bases de lo que los humanos podían lograr. Pero, a pesar de su fama, hay muchas preguntas en torno a estas creaciones clásicas.
Cuando los viajeros griegos exploraron otras civilizaciones, como las egipcias, persas y babilonias, recopilaron las primeras guías de las cosas más notables para ver, pensadas como recomendaciones para futuros turistas, razón por la cual las Siete Maravillas se encuentran por todo el borde del Mediterráneo. Los llamaron theamata (‘vistas’), pero eso pronto evolucionó al nombre más grandioso de thaumata: ‘maravillas’.
¿Por qué solo hay siete maravillas?
Las Siete Maravillas que conocemos hoy son una amalgama de todas las diferentes listas de la antigüedad. Las versiones más conocidas provienen del poeta Antípatro de Sidón del siglo II a.C. y del matemático Filón de Bizancio, pero otros nombres incluyen a Calímaco de Cirene y al gran historiador Heródoto.
Lo que entró en sus listas se basaba en los lugares a los que habían viajado y, por supuesto, en su opinión personal, así que aunque hoy reconocemos el faro de Alejandría como una maravilla, algunos en esa época lo dejaron por fuera y prefirieron la Puerta de Ishtar de Babilonia.
A pesar de que había una plétora de estructuras y estatuas en el mundo antiguo dignas de ser incluidas, los griegos eligieron este número porque creían que tenía un significado espiritual y representaba la perfección, quizás porque era la suma de los cinco planetas conocidos en ese momento, más el Sol y la Luna.
1. La gran pirámide de Giza
Si le pides a un grupo de gente que nombre las Siete Maravillas, es muy probable que la mayoría empiece con la Gran Pirámide de Giza. ¿La razón? Sencilla: mientras que las otras seis desaparecieron hace siglos, la Gran Pirámide de Giza sigue orgullosamente erguida en el norte de Egipto. Construida en circa 2500 a.C. como la tumba del faraón Keops de la IV dinastía, es la más grande de las tres pirámides de Giza.
Su altura original de 146,5 metros convirtió a la pirámide en la estructura más alta del mundo hecha por humanos hasta que la catedral de Lincoln la eclipsó en el siglo XIV.
2. Mausoleo de Halicarnaso
A lo largo de su vida, el poderoso Mausolo construyó una nueva y magnífica capital para él y su esposa Artemisia en Halicarnaso (en la costa occidental de la actual Turquía), sin escatimar en gastos para llenarla con hermosas estatuas y templos de mármol. No había duda de que él, siendo el sátrapa (gobernador) del Imperio persa y gobernante de Caria, disfrutaría de un lujo similar después de su muerte en el 353 a. C.
Artemisia (también hermana de Mausolo) estaba supuestamente tan afligida por la muerte de su esposo que mezcló sus cenizas con agua y las bebió, antes de supervisar la construcción de su extravagante tumba.
3. Estatua de Zeus
Olimpia: un santuario en la antigua Grecia, el sitio de los primeros Juegos Olímpicos y el hogar de una Maravilla. ¿Qué mejor manera de presentarle tus respetos al dios principal de los antiguos griegos que construir una estatua gigante de él? Eso es lo que hizo el escultor Fidias cuando erigió su obra maestra en el Templo de Zeus en Olimpia, hacia el 435 a.C. Era Zeus resplandeciente sentado en un trono hecho de madera de cedro y decorado con oro, marfil, ébano y piedras preciosas.
El dios del trueno sostenía una estatua de Nike, la diosa de la victoria, en su mano derecha extendida y un cetro con un águila en la parte superior izquierda.
4. Jardines Colgantes de Babilonia
A pesar de la existencia de descripciones detalladas en muchos textos antiguos, tanto griegos como romanos, ninguna otra Maravilla es más misteriosa que los Jardines Colgantes de Babilonia. El problema es que todos los relatos son de segunda mano y todavía no hay evidencia concluyente de que existieran.
De haber sido reales, demostraron un nivel de habilidad en ingeniería muy adelantado a su tiempo, ya que mantener un jardín exuberante y vivo en los desiertos de lo que ahora es Irak habría sido una gran hazaña. 5.
El Faro de Alejandría
Navegar hacia el puerto de Alejandría era complicado, debido a las aguas poco profundas y las rocas. Era imperativo encontrar una solución para el próspero puerto mediterráneo (en la costa de Egipto) -fundado por Alejandro Magno en 331 a.C., de ahí el nombre- y llegó en la forma de una torre de señalización luminosa elevado en la isla cercana de Faro (por eso se llaman faros en español). En el reinado de Ptolomeo II, c280-70 a.C., el arquitecto griego Sóstrato de Cnido fue el encargado de construirlo y le tomó más de una década terminarlo.
6. Templo de Artemisa
Puede que tengas tu propia opinión sobre cuál fue la más grandiosa de las Maravillas, pero pocos han estado más seguros que Antípatro de Sidón.
«He puesto los ojos en el muro de la alta Babilonia en la que hay un camino para carros, y la estatua de Zeus junto al Alfeo, y los Jardines Colgantes, y el coloso del Sol, y el enorme trabajo de las altas pirámides y la vasta tumba de Mausolo, pero cuando vi la casa de Artemisa que se elevaba a las nubes, esas otras maravillas perdieron su brillo, y dije: ‘Aparte del Olimpo, el Sol nunca vio en algo tan grandioso», expresó en su tributo al Templo de Artemisa.
7. Coloso de Rodas
Erigido en 282 a.C., el Coloso de Rodas fue la última Maravilla construida y una de las primeras destruidas. Permaneció en pie durante menos de 60 años, pero eso no lo descalificó de ser considerado una Maravilla. La imponente estatua del dios sol Helios fue erigida durante 12 años por el escultor Cares de Lindos para celebrar un triunfo militar en un asedio de un año.