El ventrílocuo que usaba el cadáver de un niño como muñeco

Los espectáculos de entretenimiento de la antigüedad carecían de la tecnología que existe en el mundo de hoy, por lo que las obras de teatro, espectáculos de terror o shows de magia tenían gran relevancia. No obstante, en 1920 un insólito espectáculo cautivó rápidamente a la audiencia y en muy poco tiempo se hizo famoso.
Se trataba de Charlie McCarthy, un hombre que presentaba un show bastante sencillo: utilizaba un muñeco para realizar un show de ventrilocuismo (modificar la voz para imitar la de otro objeto o ser). No obstante, lo llamativo de sus presentaciones era el muñeco que utilizaba: el niño Edgar. Edgar representaba a un niño de 8 o 9 años de edad. Su complexión era regordeta y sus rasgos parecían demasiado expresivos. Otro de los aspectos más llamativos de Edgar era su tamaño, pues comparado con el promedio de muñecos que se utilizaban en aquella época, Edgar sobrepasaba el porte de estos.
Si bien sus ojos eran de madera, no debíamos ser muy detallistas para darnos cuenta que su mirada tenía una expresión de tristeza o incluso maldad. Las presentaciones de McCarthy cobraron gran relevancia en muy poco tiempo, debió en gran parte al demostrar que era un verdadero maestro en su arte.